AUTOBIOGRAFÍA.

Es  muy  importante que preguntes a tu gente cómo se siente, como está, qué tal se encuentra.

No lo hacemos. Yo no lo hago. Vivo  pendiente de mi, demasiado ruido.

Ahora que estoy en el abandono  y  hace frío  te escribo apenas para decirte que sigue siendo el mismo , nada ha cambiado desde que te fuiste.

Que me gusta la lluvia, como siempre, y  fotografío las  nubes , y  continúo poniendo voces para que se rían las dependientas  cuando hago el payaso. Ya sabes. Que tengo miedo, y  que  me sigue importando el qué dirán, aunque no lo parece.

Sigo  siendo un Adán, y aún me tropiezo conmigo  mismo- ¡ése  estorbo que soy!

Sigo  soñando, ya sabes es mi forma de viajar. Y me sigue  encantando estar sentado con los pies colgando en el aire, porque  no llego al  suelo.

Sigo cantando y escribiendo . Me sigue chiflando contar historias, las cosas que pasan y veo, 

para convertir en paisajes nevados la soledad y pasear  en ella, pero entonces un viento helado  me  agrieta  los labios y echo a faltar  algunos  besos, los que me dan calor.

Hace frío. Me froto las manos, y cada palabra es una mano que se abre para acoger a otra mano. 

Te  diré que hay días en que me niego a pensar en ti. Pero no puedo.

Bueno, sólo  quería decirte  que aún me acuerdo de ti.

Ayer  , ya de anochecida, vi esta pareja  de ancianos, renqueaban al pasear cerca de casa. Y pensé en ti  y en mi.