Conozco quien sacrifica la familia por su trabajo. No vale la pena. La obra y la vida son la misma cosa. Y tiene uno que aprender a trabajar y a vivir sin renunciar a nada. Depende de ti, y de tu falta ,o no, de carácter.
Hay gente que no sabe quedar mal y termina en el precipicio personal.
Cada época arrastra sus servidumbres, sus amos y sus esclavos. Atiende bien y pregúntate quienes son los tuyos. Rebélate como esclavo.
La felicidad está en la obra bien hecha, pero también en el querer hacerla bien, aunque no se logre.
Cuando era profesor me encantaba ver esos críos que sacaban la lengua esforzándose en escribir, y te mostraban una mierda llena de faltas de ortografía con la mejor de sus sonrisas, como diciendo "¿qué me dices ahora, hein?".
Y eso vale para todo, para la obra y nuestra vida.
Yo creo que Dios es así con nosotros. ¡Y menos mal!.
Hay padres que se están perdiendo a ese crío con la lengua fuera. Incluso hay padres que no quieren ver a ese crío que hace mierdas de cuadernos , con un esfuerzo titánico, con la lengua fuera.
Allá ellos. En el fondo estos padres, y madres, son unos egoístas que , dicen, no tienen tiempo, y que en casa no se puede trabajar porque no hay orden ni silencio.
Esa gente no sabe que nunca va a encontrar las circunstancias óptimas en su casa. No existen.
Verlaine escribió toda su obra, que es asombrosa y silenciosa, en los cafés modernistas de París, ruidosos, con gente que entra y sale, con ruidos de tazas y demás, ¿cómo no vas a poder trabajar en tu casa con la chavalería riéndose de sus cosas?
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UN AMIGO
Qué tendrá la china que hasta Mario cae? os gustaría un affaire con la china?
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