EL ROSTRO VERDADERO
Chesterton a través del Padre Brown comenta en “La actriz y su doble”... «si quiere usted saber cómo es una mujer no la mire directamente, porque quizá sea demasiado inteligente y lista; no mire tampoco a los hombres que la rodean, pues quizá sean demasiado tontos... mire a otra mujer que está cerca de ella y en especial a una que esté a sus órdenes. Usted verá en ese espejo su rostro verdadero».
No le falta razón. Una de las experiencias más interesantes de observar es como se miran las madres al entrar en el hall de un colegio antes de una reunión de padres del curso de sus hij@s. Sobre todo cuando la observada no cae en la cuenta de ello.
Los repasos que se hacen son dignos de la curiosidad de un entomólogo.
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PERDÓN
Juzgándola en función de las normas de belleza que nos imponen los medios y que nosotros acatamos sin cuestionarlas, la chica de la foto podrá tener defectos estéticos, pero junto a ellos tiene una virtud que los compensa con creces: juventud, que el poeta Ruben Darío supo definir mejor que nadie llamándola „divino tesoro“. No en vano la palabra „juventud“ viene de „Iovis“, „Júpiter“: ser joven es ser jupiterino, semejante a los dioses. Pero incluso aparte de esto: a esa chica también la quisieron sus padres. ¿Vieron ellos lo que no sabemos ver nosotros? ¿Nos reiremos del estrabismo siendo nosotros mismos ciegos? ¿Seremos mutilados riéndose del cojo?
ResponderEliminarCada vez escribes menos y peor. Algo hemos ganado.
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