El día 18 celebramos la Misa aniversario por el alma de Manuela.
El 17 lo pasé muy mal. Me encontraba en un cruce de caminos de orden moral que me inquietaba. Vivía horas de mucho desasosiego. No sabía qué determinación tomar.
Al atardecer de aquel 17 , de regreso a casa, sumido en un estado de ánimo incierto y algo atormentado, pedí a Manuela:
- ¡Te necesito!: dame una señal. Si mañana me entregas un ramo de margaritas, en mano, sabré que decisión tomar.
Son cosas que pides por pedir, llevado de la angustia, de la desesperación, porque no aciertas a decidir qué es lo correcto.
Al día siguiente no recordaba la petición de la noche anterior. Y, probablemente, no hubiese venido a la memoria de no ser por un watsap que recibí a media mañana:
" Voy a Matilla por la tarde. Si te parece llevo un ramo de margaritas".
Por unos instantes recordé la señal que había pedido, y sentí una emoción turbadora muy intensa. Paré el coche en el arcén y comencé a llorar.
Pero la petición había sido "un ramo de margaritas en mano".
Por la tarde fuimos con esa persona al cementerio. Ella llevaba el ramo de margaritas. Para poder abrir el candado de la verja que abre la puerta al camposanto me ofrece el ramo:
- Toma, cógelas.
Al ver el ramo en la mano , lloré. Me pareció que ella estaba allí, a nuestro lado. "Es demasiado bonito", pensé. Sin embargo, es lo que había pedido.
La persona que me acompañó , viendo la emoción, no quiso saber , tal vez lo achacó al aniversario. Le conté lo que estaba sucediendo:
- Manuela está aquí.
Y le conté.
Y tomé la decisión.
Este es mi testimonio, y aquí lo dejo escrito.
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¿CÓMO HABLAR A LOS HOMBRES?
Bello.
ResponderEliminarMuy bello.
Emocionante, Suso. Te envío un abrazo enorme.
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