En la ecología existen el cielo y el infierno para premiar y castigar la conducta humana.
"No somos Dios. La Tierra estaba aquí antes que nosotros y nos fue otorgada”, dice el Papa en su encíclica Y habla de la tierra como casa común.El infierno apocalíptico consiste en envenenar las fuentes, ensuciar el cielo, hacer un basurero inmenso del suelo y escarbar el subsuelo hasta hacer este planeta un estercolero : cada especie que se extingue es un anuncio de la muerte que le espera a la humanidad al final de su ciego camino hacia el acantilado.
Hay ateos que no creen en esta religión de la ecología , se mofan del cambio climático y sólo creen en la codicia .
La ecología se presenta hoy como un compromiso de salvación planetaria. Pero Dios habló de dominar la Tierra , y alabó las flores del campo, y las aves del cielo . Y hoy admiraría desde los líquenes hasta el corazón de los animales. Y sus parábolas serían otras, y nos harían querer ser mejores.
Da miedo pensar que si el mundo sigue dando vueltas al Sol no es sólo por las leyes físicas . Todo este equilibrio podría estallar e irse a la mierda por nuestra ceguera. Hoy sabemos que podemos cargarnos el planeta.
Yo creo que la conducta humana es castigada por sus mismas consecuencias. El problema es que vivimos en sociedad y pagan justos por pecadores.
ResponderEliminarEl arte de vivir es arrostrar las malas consecuencias de los actos malos que no hemos realizado. Y saber vivir con las malas consecuencias de los actos malos que hemos realizado, consecuencias que luego no podemos anular (la madurez consiste en vivir con la imperfección, que diría Valero Vicente).
"Yo no seré yo, muerte, hasta que tú te unas con mi vida y me completes así todo".