miércoles, 14 de octubre de 2015

ESTACIÓN DE ATOCHA

En   la  estación de Atocha encuentro una madre y su hija pequeña  de rodillas, mirando a la Meca. Están en medio  del hall de entrada , mientras la gente deambula , cada loco con su  tema, ellas rezan.

Van vestidas con elegantes  y  estampadas  túnicas, con turbante.

La  gente va y viene , algunos  se desayunan   tomando una naranjada , un cortado , otros  leen  el periódico ,  y dos  mujeres   negras como el marfil  rezan abstraídas  de todo  el barullo de la estación   y , sin ningún respeto humano , hablan con su Dios.

Después  esperan  su tren a Barcelona. Esperan con paciencia  infinita y  se  limitan a estar.

La vida  es un contraste maravilloso. Esa estación y  sus  gentes recuerda  un jardín botánico donde de unas flores admiras  su belleza, de otras su rareza, de aquellas  su fragancia, o su mal olor, que hay que tapar con un recipiente, de  las de allá el que son carnívoras, o esas  que se defienden con púas , y se adornan feas para poder subsistir.






4 comentarios:

  1. Buena entrada.

    Tengan ustedes buen día.

    https://www.youtube.com/watch?v=R8Daqud9Gk8

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  2. Conozco a un numerario que durante la mili rezaba las tres avemarías de la noche de rodillas. En el cuartel lo apodaban "el profeta".

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  3. Lo de que se adornan feas, con púas, para poder subsistir ¿va por las musulmanas?

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