martes, 19 de abril de 2016

APOCALIPSIS

Puede  que  cualquier  día de estos   llegue el  fin  del  mundo. Con frecuencia  imagino la apocalíptica escena . Un virus  mortal, un planeta a la deriva que hace un  strike desde el infinito a la Tierra ,una  bomba  nuclear , un nuevo modo de hacer la guerra... 

La fiesta va a consistir en ir viendo como caemos  como   los muñecos del guiñol  cuando  dejan de ser sostenidos por las manos  que le animan . O deshacerse  en el desmayo masivamente en el silencio  de  las calles,  en los patios de los colegios , en las  colas de  los  ministerios , en las iglesias  o en las estaciones del AVE.

 A lo mejor  todo  ha comenzado ya . La semilla del  mal ha  sido  sembrada , salió   el  sembrador a  sembrar,  y de momento caen los teloneros . Allá van a la estampida  los cuatro caballos  del  Apocalipsis.Y nosotros  tendremos  el  privilegio    de estar allí , con derecho a  primera fila , en  el último capítulo de la Historia comiendo pistachos .

Por desgracia el mundo va terminar un poco  de  aquella  manera. Nos habían contado que las postrimerías serían anunciadas por ángeles con trompetas de plata. Y una lluvia de fuego  abrasara la Tierra  mientras se escucha  el  aullido de los mortales. 

Sin duda, aquel profeta estaba  como  una cabra. Se le fue la olla  y  prometió una película  del peor Spilberg . 

En cambio, ahora que la cosa va de veras, y que  sabemos que somos capaces de  irnos a  la  mierda ,resulta  que  el fin del mundo será  una pachanga  muy  triste.

Un día de estos a toda la humanidad se le pondrá cara  de  anuncio de seguros  Santa Lucía y en la radio seguirán sonando las mismas canciones. Tele 5  emitirá  un reality  sobre relaciones  sexuales en la granja  entre animales y hombres . Leeremos que hay ciudades enteras en cuarentena  y  veremos  gente  amojamada por la acción de un virus muy raro que diseca la cara  de la gente.  

Caravanas de miles y miles de coches  se irán de  viaje  a ninguna parte . Las estaciones de tren y de autobuses, los vuelos al  mundo , se colapsarán .Todos los vecinos del barrio se han ido de viaje y el silencio se apoderará de las calles y  escaleras.

De pronto se  hará de día a las  tres  de  la madrugada . Sales de la cama y te asomas al balcón. Miras al cielo. Buscas un cigarrillo por la casa  y lo encuentras  en el neceser , espachurrado. Vuelves a fumar después  de años  sin probarlo. Lo enciendes....

-¡Dios  mío  !: ¡gracias por tanta belleza!

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