De crío me gustaba ser el malo de la película. Hoy me sucede lo mismo.
En el malo reconocemos al niño que nos gustaría seguir siendo y no al coñazo responsable que estamos obligados a ser.
En el malo reconocemos al niño que nos gustaría seguir siendo y no al coñazo responsable que estamos obligados a ser.
Por eso nos encantan los malos: su ausencia de remordimientos, su placer instintivo y su determinación en el mal. Los malos nos descubren nuestros deseos más secretos y nos permiten explorar el lado más oscuro de nosotros mismos.
Desde muy chaval me identifiqué con personajes siniestros que me permitían vivir vidas vicarias.
Cuando en el despacho de mi padre descubrí que con un cuchillo abrecartas podía atravesar la puerta , lo primero que hice fue clavarlo como si acuchillase a Don Eloy , un profesor al que odiaba profundamente, y gritar: "¡¡¡MUERE, HIJO DE LA GRAN PUTA!!!
Cuando en el despacho de mi padre descubrí que con un cuchillo abrecartas podía atravesar la puerta , lo primero que hice fue clavarlo como si acuchillase a Don Eloy , un profesor al que odiaba profundamente, y gritar: "¡¡¡MUERE, HIJO DE LA GRAN PUTA!!!
Tardó mi madre en descubrir la puerta agujereada por todos los lados. La bronca fue muy principal.
El malo me servía de vía de escape para hacer cosas que nunca me atrevería a hacer. Los malos mienten, roban, son tramposos, seducen a chicas preciosas sin comprometerse, revientan a leches a gilipollas insoportables, beben Jack Daniels, fuman , escupen por el colmillo, andan chulo,
lanzan miraditas que enamoran...
lanzan miraditas que enamoran...
Ese era yo.
Al fumar desde los ocho años, tuve que mentir, sisar los cambios de la compra, y comenzar malamente la vida. Decidí ser el malo de la peli. Desde entonces he matado muchos "don Eloy".
Al fumar desde los ocho años, tuve que mentir, sisar los cambios de la compra, y comenzar malamente la vida. Decidí ser el malo de la peli. Desde entonces he matado muchos "don Eloy".
Pasa el tiempo y descubres que no eres tan malo. Eres gilipollas. Eres un buen chaval que has vivido en otro mundo .
Sobre la maldad trata el documental que podéis ver en Youtube titulado "El acto de matar": desasosegante, enfermo y extravagante, que fascina y repele a partes iguales, que se ve con espantado agrado , un viaje al desvarío repugnante que supura durante más de una hora y te deja muy tocado. Aquí los malos son de verdad.
Un ejercicio brillante que muestra la locura humana y sus múltiples manifestaciones.Para mi es necesario, tremendo, aterrador e imprescindible y poco gratificante.
La violencia no se muestra. Se cuenta.Trata del genocidio contado por los propios carniceros que hubo en Indonesia en 1965 donde asesinaron más de un millón de personas.
Al final - ¡inolvidable ese final! - sólo queda la arcada como respuesta de uno de ellos. La conciencia no perdona y después de todo crimen siempre queda un castigo aunque la arcada sea el único medio que propone esa extraña catarsis y conquista que propone “The Act of Killing”.
En el momento que Anwar deja de ser cínico y vuelve sobre si mismo, se da cuenta de que la bestialidad que hizo realmente hizo daño. No solo a los otros, sino que a si mismo.
Lamentablemente no podemos vomitar con él porque no queda nada en nuestro interior después de la experiencia de ver el mejor documental que he visto en mucho tiempo.
Impresionante. Este finde quiero ir a al cine a ver Experimenter: la historia de Stanley Milgram:
ResponderEliminarEn 1961, el psicólogo Stanley Milgram llevó a cabo en la Universidad de Yale una serie de experimentos sobre la obediencia. La investigación, planteada a raíz del juicio a Adolf Eichmann, pretendía dilucidar la relación de las personas con la autoridad. Sus estudios demostraron como, amparados por la sumisión a la autoridad, somos capaces de las conductas más sádicas. La película evita todas las convenciones de un biopic convencional en pos de una narrativa casi experimental, que alterna formatos y rompe la cuarta pared y en general juega al desconcierto. Tan provocadora invitación al espectador a cuestionar lo que ve es sin duda idónea para una película de un científico que predicó los males de la obediencia ciega.
No es cine para todos: algunos se deprimen...