domingo, 14 de agosto de 2016

DI QUE NO

El progreso de la humanidad se debe a la indisciplina.

El desarrollo espiritual de una persona se funda en ese  maravilloso  instante  en que por primera vez se pronuncia la palabra no , y  se plantó delante del padre, del maestro del jefe. Cuando uno dice no, experimenta la sensación de desatar un nudo interior del estómago . 

En cambio, al decir sí siempre te sientes  atrapado. Negarse  pudo ser el primer paso en  que el alma humana confundiera esa  fórmula  con la libertad. 

Cuando  escapé de casa la primera noche  con un amigo, Jesús Puertas, al regresar de madrugada , había tenido la noche entera a mi disposición para explorarla. Arriba en la oscuridad estaban las estrellas  ; abajo la vida  prohibida. 

La historia de la humanidad se compone de la suma  de   herejías, rebeldías, vanguardias y manzanas mordidas que lentamente han sido digeridas, asimiladas. Algunas se convirtieron  en iglesias, sectas, partidos , instituciones. 

Si Adán y Eva  no hubieran desobedecido aquella orden, aún estaríamos en el paraíso haciendo vete a  saber  qué. 

¿Nos  hubiera  ido mejor?: no lo sé.

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