miércoles, 24 de agosto de 2016

VIVIR MATA

Respiramos, y al respirar, morimos. En realidad eres tú mismo el que te matas. 

Nos mata el oxígeno. Morimos porque al respirar nos quemamos. Somos como un cigarrillo  que consumimos al aspirar y poco a  poco  nos convertimos en cenizas. Nuestra carne es ceniza:polvo eres y en polvo te convertirás, no dicen, y nos hacen la señal de la cruz en la frente con ceniza.

¿Qué es  el tiempo?: el tiempo no existe. Lo inventamos para medir  y evitar el vértigo. El tiempo es lo que uno hace. A veces decimos "haré  un poco de tiempo", y esperamos, o leemos algo, o damos una vuelta . Esa es la materia del tiempo: pequeñas tonterías, repetidas y absurdas  que uno realiza antes de cruzarse  con la muerte.

Nuestra  vida está hecha  por una trama de pequeños actos , buenos  y malos, bellos y feos, ordenados y desordenados , que forman la mezcla de las hebras que fumamos y aspiramos. A esa combustión estamos condenados, si bien el verdugo nos concede una última gracia: puedes elegir lo que respiras teniendo en cuenta que todo te mata pero algunas cosas lo harán lentamente y de forma placentera. 

En nuestro paquete particular de vida  también avisa  "vivir mata".

Si, el tiempo es ese  cigarrillo que nos estamos fumando y  que se compone de lo que uno hace cada segundo.Pongamos ahora una balada de Ray Charles y aspiremos suavemente el crepúsculo de la tarde leyendo una buena novela. En la  brasa encendida   que   respiras están todos los amores que has tenido, las risas con los amigos, aquel baile donde aún puedes recordar el aroma del cabello de esa mujer , la  hierba recién segada, el olor a tierra mojada, los juegos de la niñez y  las tardes en bicicleta.

Lo dice la canción :

Me   preguntaron cómo sabía si mi amor era verdadero.

Contesté " ¿como algo que está tan dentro se puede negar?".

Dijeron que algún día descubriría que todos los que aman están ciegos.

Cuando tu corazón está ardiendo te darás cuenta que el humo entra en tus ojos. 

Entonces me reí de ellos al pensar que dudaban de mi amor. 

Hoy mi amor  ha volado lejos . Estoy sin amor.

Ahora  mis amigos estarán burlándose de mis lágrimas , que no puedo ocultar.

Entonces sonrío y digo "cuando una llama  encantadora  muere el humo entra en tus ojos".

1 comentario:

  1. Yo prefiero ver el hombre como proyección hacia el futuro. Me gusta lo que escibió Benedicto XVI:
    El desarrollo del amor hacia sus más altas cotas y su más íntima pureza conlleva el que ahora aspire a lo definitivo, y esto en un doble sentido: en cuanto implica exclusividad —sólo esta persona—, y en el sentido del « para siempre ». El amor engloba la existencia entera y en todas sus dimensiones, incluido también el tiempo. No podría ser de otra manera, puesto que su promesa apunta a lo definitivo: el amor tiende a la eternidad. Ciertamente, el amor es « éxtasis », pero no en el sentido de arrebato momentáneo, sino como camino permanente, como un salir del yo cerrado en sí mismo hacia su liberación en la entrega de sí y, precisamente de este modo, hacia el reencuentro consigo mismo, más aún, hacia el descubrimiento de Dios: « El que pretenda guardarse su vida, la perderá; y el que la pierda, la recobrará »

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