"Disfrutarás más de la vida si la compartes con un hombre con el que puedas hablar" . La frase la escucho a voleo en una terraza.
Tiene miga. El Barullo es un lugar de personas que pueden hablar.
Hoy , si quieres encontrar héroes te basta mirar las páginas amarillas . Héroes que regentan un bar limpio sin cáscaras de mejillones en el suelo. Pido muy poco: me conformo con un maestro que no mire el reloj en una tutoría con una madre gorda, pesada, y que escapó del trabajo para contar el problema de su hija. Me basta con un bancario que me atienda sin mirar mi cuenta corriente. Con un fontanero que arregle el grifo perfectamente. Con un técnico que no me endilgue que el ordenador tiene que un virus letal que debe llevarlo al taller tres días y me cobre un zasca.
Que el mecánico me diga que espera que lo de mi coche no sea "la junta de la trócola" y..."¡coño, vaya , hombre, es la junta de la trrócola!".
Sólo quiero una tienda de catering que presuma en tener una línea de comidas preparadas hechas con amor. Las cosas sencillas bien trabadas , a precio razonable, y preparadas con gusto y profesionalidad forman el cimiento sobre el que se estructura una sociedad.
Brindar - ¡ preciosa palabra!- los servicios más sencillos y humildes con honradez, barriendo la calle a conciencia, por ejemplo. O acudir a una cita puntualmente, con un respeto sagrado por las personas que servimos, constituye la máxima categoría de elegancia ( el que sabe elegir) de un individuo desarrollado.
Del mismo modo que la felicidad es el resultado de la suma de pequeños actos felices, así también la base de un país se consigue por medio de una trama de ínfimos acontecimientos de una solidez granítica. : el ama de casa que injerta un tomate en la terraza de su casa , el técnico de wifi que coloca las antenas justas en los lugares justos. El deudor que paga la hipoteca con exactitud. El chófer que llega a cocheras perfectamente uniformado las cinco en punto de la madrugada.
La vida pública tiene su base en la cajera de Mercadona ,en el bedel , la panadera . Los héroes están en las páginas amarillas, donde está la gente que con su trabajo sustenta el desarrollo y la felicidad concreta que uno pueda adquirir.
Un país se puede permitir que sus políticos sean gilipollas , pero no que lo sean sus pasteleros
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AQUÍ ESPACIO RADICAL: LÁGRIMAS DE MADRUGADA
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