Las aguas bajas de un pantano son una imagen de nuestro subconsciente.
En la superficie se reflejan las nubes , que se miran en ellas como un espejo, y que cambian la luz y muestran el tiritar del viento . También se asoman los pinos de las riberas, y pasean los enamorados y los solitarios al atardecer.
Pero su fondo lo constituye un légamo inquietante, lleno de profundidades cenagosas, amasadas con ramas podridas y también con algunos sueños que allí permanecen ahogados.
Muchas novelas y películas tienen allí sus secretos escondidos.
Muchas novelas y películas tienen allí sus secretos escondidos.
A mi padre le gustaba pescar furtivo en aguas del Irati. Allí se zambullía y tardaba lo que a mi me parecían minutos larguísimos en aparecer resoplando.
Me imaginaba que , buscando la pieza , se quedaba la mano atascada en la poza y que aparecían borbotones de agua a la superficie , y se ahogaba.
Estos días de sequía bajan los embalses a niveles extremos. También con mi padre íbamos a pueblos que habían sido sepultados en los pantanos del Pirineo . En ellos afloraban la Torre de la Iglesia, algunas calles, casas abandonadas...el paisaje era terrorífico. Uno imaginaba que aparecería el suicida que se lanzó a las aguas desesperado por un amor que no fue, o la prueba de un asesinato sin resolver que se oculta en las profundidades de sus calles de silencio.
En el Pantano de Mediano a medida que descienden las aguas sale a la luz un campanario y después lentamente va emergiendo toda la iglesia en medio de un pueblo sumergido. Me encantaba ir hasta la Torre de la Iglesia y desde allí lanzarme al agua.
Todos tenemos en el espejo del agua del río de nuestra vida , sobre el légamo misterioso del subconsciente , el reflejo de las nubes blancas y es bueno rezar para que termine esta pertinaz sequía no sea que aparezcan muchas cuentas pendientes y asuntos de los que mejor no hablar conforme bajan las aguas.
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