Hay personas con piel humana que esconden un cerdo que se ha vuelto loco.
Este ser se pone en la cabeza las cosas más inverosímiles , chapelas, bonetes, sombreros, pañuelico de cuatro nudos, gatsby, tiaras, cascos con cuernos de vikingo, de centurión , birretes, bonetes,y chisteras. Posiblemente debajo de cada uno de estos sombreros hay un cerebro dañado por la misma lesión: esa que segrega el oscuro deseo de ser feliz.
Para conseguir este objetivo el hombre ha pergeñado catecismos, uniformes, grilletes, cámaras de gas, instrumentos musicales, tartas de mora, concursos y oposiciones , poesías y campos de concentración. Ha rezado y ha llorado impotente.
También se ha ayudado de brebajes , bebedizos , hierbas y raíces, milagros , trucos.
Mientras unos fabrican detonadores , otros fuman cocaína , se empapan las venas con alcohol, o se bañan en agua bendita . Desde hace miles de años andamos huyendo de nosotros mismos. ¿Quién le persigue? Sin duda, esa ley interior que le grita en su conciencia que busque ser feliz. virus cerebral causante de su locura.
Desde que salió de la cueva el hombre lleva el sentido del deber agarrado a los hemisferios hinchados del cogote. Le han enseñado de bien pequeño que tiene que levantarse a las ocho, tiene que ir al colegio , obedecer a mamá y a papá, visitar a los yayos, tiene que enamorar a la pareja, tiene que conseguir el ascenso, tiene que alcanzar el cielo y ser feliz , tiene que ganar dinero, obedecer las leyes , normas y los reglamentos. Tiene que cumplir con su deber precisamente por ser su deber.
Este imperativo categórico es un virus maligno. ¿Cómo desembarazarse de él ? Liberarse de este virus es una antiquísima aspiración del hombre. Algunos lo han intentado mascando hierbas de olvido; otros han buscado la salvación yéndose a lugares lejanos a besar labios de leprosos ; algunas religiones han inventado la fe del carbonero , y el pueblo llano ha encontrado un remedio más a mano en la taberna o en el fútbol.
Yo por mi parte, de vuelta de muchas cosas, creo que no hay nada que hace. Lo ha dicho el profeta. Si quieres ser feliz, no hagas absolutamente nada. Túmbate y siéntete mirado por Dios, Él ya sabe lo que necesitas antes de que se lo pidas.
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