EL VIEJO COCODRILO Y CEBRA

miércoles, 21 de septiembre de 2016

Era una tarde  de este final de verano que tarda en enfriar.Todo fue un reflejo en la luna biselada del bar. 

Ella  llegó abrazada a un libro de texto, oliendo a Stabilo Boss  fluorescente y carpetas  recién estrenadas  ,  a pupitre de  2º de bachillerato . A veces hacía estallar en el hocico pompas de un chicle de fresa. Llevaba los muslos del pantalón rasgados , vestía una camisa desgalichada. Su  mirada  y sus gestos  no tenían nada de inocente. 

Sentado en la  silla de la barra la esperaba un hombre maduro, de aire cansado, con pinta atormentada. La adolescente se acercó a él sorbiendo una  raya del ambiente del pub  por la nariz, le dio un beso, le dijo: "Hola, " y después pidió una naranjada. 

Yo los miraba a través del espejo, veía sus gestos y a mi espalda también oía fragmentos de conversación.

Esta cría  era una joven cebra  sedienta en las orillas del último charco del Serengueti. Abrevaba sin miedo , mientras  un viejo cocodrilo  la  miraba lujurioso de sangre virgen.

Sonó una canción  de Zas , una cantante francesa que  recordaba  los rasgos de  la chica. El hombre maduro estaba   loco con  aquella menor y no podía tener las manos quietas. Le acariciaba el cuello, le pellizcaba en el costado, hurgaba  en el escote ,  la vaciaba por dentro con ojos de deseo, le acariciaba las galtas ,  sobaba  las rodillas cariñosamente con dedos  que tenían  un anillo de casado.

Ella bostezaba dejándose manosear con una inocencia  lechal  . Trataba de contar a este desecho  algo de  su hermano y él, sin escuchar, insistía en  sus arrumacos  cogido a la cintura de la muchacha. El tipo le ramoneaba  lascivamente la oreja y allí le susurraba  rijoso. Ella ponía la mirada perdida y de pronto hacía estallar el chicle en los labios . 

Yo los veía a través del espejo. El hombre maduro le propuso ir no sé donde  y la adolescente aceptó con una mueca de desgana. 

Cuando las dos figuras partieron todo quedó como un reflejo en la luna biselada del bar. Él se giró al ceder  la puerta a la chica, tenía en la mirada el brillo  cruel y disecado de los cocodrilos.   

Al llegar a casa  escuché la canción de ZAS. Se titula " "Éblouie par la nuit "

La letra  habla de una separación, del final de un amor que se estuvo esperando cien años de vagabundeo por las calles. Ella se siente perdida y deslumbrada porque ya no tiene ese amor que la llenaba. Se pregunta si hay que vivir o dejar pasar la vida, y cree que se puede añorar los tiempos pasados o volver a las calles para encontrar a esa persona (u otra) que llega silbando a tu corazón.

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