martes, 17 de agosto de 2021

EL CONDE DRÁCULA.

El motor vital del Conde Drácula  es la obtención de placer.  Es un hedonista que deriva su placer personal del lujo, el buen gusto y unas maneras exquisitas, eso es lo que mueve al personaje: capa negra  de  fondo rojo  , camisas de  hilo ,  blancas, frías , de seda , perfectamente planchadas, engominado  hasta  la fijación ,ojos seductores. Un hombre atormentado, inmortal , inmoral, precisamente  por  ser  inmortal.


Resulta  irresistible 
para    cierto  tipo de mujeres. Se  las  sabe todas. No  da  puntada   sin hilo. No puede resistir  el  olor  de la sangre. Muerde en la vena yugular   con  la rapidez  de un áspid mientras acaricia   sonriendo  la  melena   inocente de  una chica que  pasaba  por  allí.

Vive de  noche. No soporta  la  luz  del día. Posee unos   conocimientos oceánicos sobre la   historia del  mundo : su música y sus pintores, sus poetas y literatos. Papelería de algodón donde escribir con plumín. Gran conversador, amante del buen vino y de la buena mesa. Incapaz de decir una ordinariez o de comportarse de manera zafia. Convincente.

Siempre  quise  ser Drácula. 

Mola  un tío  así: aunque el  Conde  hace cosas terribles, sería incapaz de hacer algo que nos avergonzara. Las cosas que  hace  las  hace   porque están en su naturaleza caída. ¿Cómo nos comportaríamos nosotros  si  fuésemos inmortales?. Porque está en su    ataúd, sí,  pero tiene la cripta como una patena. Y  cuando  sale a dar  una vuelta  por la noche llora  amores que  respetó.  

Los  grandes  amores   del Conde  no son las cienes de  mujeres fáciles  en las que  hincó sus colmillos. Hubo   unas  cuantas que    dejó  sin morder porque,   es verdad  que   no concede un gran valor a la vida ajena ,   pero sabe  mejor  que  nadie qué es el  amor. No  me imagino a  este hombre tan fino,  inteligente  y erudito , dándose un atracón  de sangre dejando  hecho   un charcal la  habitación de la  mujer  que ama.

Una  cosa  son los    putones  desorejados de escotes abiertos  hasta el ombligo, y otra  muy distinta  las señoras. Si me lee Drácula  ,seguro   que sabe  de qué hablo.

¿Es malo? Sí, es  un bicho, es  el demonio, pero quieres ser como él. 

¿Cómo no vas a querer ser alguien que se pasea por los  grandes escenarios  del  mundo  , de noche, silueta entre chimeneas , con  los ojos  vidriosos por  la líbido ,  suspirando? ¿Cómo no adorar a quien es capaz de enamorar  a  la  más bombonazo con esa pinta? ¿Cómo no querer ser alguien capaz de maridar los  labios  de la rubia  de  las Koplovich , por  ejemplo, con  un Ribera   ? Sí, quiero  ser el  Conde  porque puede que destripe a unas cuantas secundarias pero antes se amputaría él una mano que dañar a su amada aunque ésta no le corresponda. Porque  es, somos,   unos  caballeros, qué  cojones.

Los valores positivos asociados al personaje consiguen hacernos olvidar sus gustos algo  rijosos. 

Algunos  nos  parecemos  a  este  ser doliente. Yo, sin  ir  más  lejos. También dormí  en una cripta  de día. Y he salido a ver  qué pescaba  por allí   con mi capa . He mordido cuellos  que  daban vergüenza. Algunos duros como  espolones de gallina  vieja, esa que  da  mejor  caldo.  Y noches  hubo  que  no me  veía  reflejado  en los  espejos...pero  aparecía Ana de  Tiedra  , o Manuela  de Matilla  , o Titi  de  las Islas,  o  Viki  de  Marbella ...y  no muerdes. ¿Por qué?: porque uno es un caballero. 



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