El motor vital del Conde Drácula es la obtención de placer. Es un hedonista que deriva su placer personal del lujo, el buen gusto y unas maneras exquisitas, eso es lo que mueve al personaje: capa negra de fondo rojo , camisas de hilo , blancas, frías , de seda , perfectamente planchadas, engominado hasta la fijación ,ojos seductores. Un hombre atormentado, inmortal , inmoral, precisamente por ser inmortal.
Resulta irresistible
para cierto tipo de mujeres. Se las sabe todas. No da puntada sin hilo. No puede resistir el olor de la sangre. Muerde en la vena yugular con la rapidez de un áspid mientras acaricia sonriendo la melena inocente de una chica que pasaba por allí.
Vive de noche. No soporta la luz del día. Posee unos conocimientos oceánicos sobre la historia del mundo : su música y sus pintores, sus poetas y literatos. Papelería de algodón donde escribir con plumín. Gran conversador, amante del buen vino y de la buena mesa. Incapaz de decir una ordinariez o de comportarse de manera zafia. Convincente.
Siempre quise ser Drácula.
Mola un tío así: aunque el Conde hace cosas terribles, sería incapaz de hacer algo que nos avergonzara. Las cosas que hace las hace porque están en su naturaleza caída. ¿Cómo nos comportaríamos nosotros si fuésemos inmortales?. Porque está en su ataúd, sí, pero tiene la cripta como una patena. Y cuando sale a dar una vuelta por la noche llora amores que respetó.
Los grandes amores del Conde no son las cienes de mujeres fáciles en las que hincó sus colmillos. Hubo unas cuantas que dejó sin morder porque, es verdad que no concede un gran valor a la vida ajena , pero sabe mejor que nadie qué es el amor. No me imagino a este hombre tan fino, inteligente y erudito , dándose un atracón de sangre dejando hecho un charcal la habitación de la mujer que ama.
Los grandes amores del Conde no son las cienes de mujeres fáciles en las que hincó sus colmillos. Hubo unas cuantas que dejó sin morder porque, es verdad que no concede un gran valor a la vida ajena , pero sabe mejor que nadie qué es el amor. No me imagino a este hombre tan fino, inteligente y erudito , dándose un atracón de sangre dejando hecho un charcal la habitación de la mujer que ama.
Una cosa son los putones desorejados de escotes abiertos hasta el ombligo, y otra muy distinta las señoras. Si me lee Drácula ,seguro que sabe de qué hablo.
¿Es malo? Sí, es un bicho, es el demonio, pero quieres ser como él.
¿Cómo no vas a querer ser alguien que se pasea por los grandes escenarios del mundo , de noche, silueta entre chimeneas , con los ojos vidriosos por la líbido , suspirando? ¿Cómo no adorar a quien es capaz de enamorar a la más bombonazo con esa pinta? ¿Cómo no querer ser alguien capaz de maridar los labios de la rubia de las Koplovich , por ejemplo, con un Ribera ? Sí, quiero ser el Conde porque puede que destripe a unas cuantas secundarias pero antes se amputaría él una mano que dañar a su amada aunque ésta no le corresponda. Porque es, somos, unos caballeros, qué cojones.
Los valores positivos asociados al personaje consiguen hacernos olvidar sus gustos algo rijosos.
Algunos nos parecemos a este ser doliente. Yo, sin ir más lejos. También dormí en una cripta de día. Y he salido a ver qué pescaba por allí con mi capa . He mordido cuellos que daban vergüenza. Algunos duros como espolones de gallina vieja, esa que da mejor caldo. Y noches hubo que no me veía reflejado en los espejos...pero aparecía Ana de Tiedra , o Manuela de Matilla , o Titi de las Islas, o Viki de Marbella ...y no muerdes. ¿Por qué?: porque uno es un caballero.
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