lunes, 20 de septiembre de 2021

EL AVE FÉNIX.

El Ave Fenix era  un ave mitológica del tamaño de un águila, de plumaje rojo, anaranjado y amarillo incandescente, de pico y garras fuertes. Se trataba de un ave fabulosa que se consumía por acción del fuego cada 500 años, para luego resurgir de sus cenizas. 


Una cosa parece clara: los cambios de época se producen siempre entre grandes convulsiones de muerte, ya que el ave Fénix necesita mucha ceniza para reemprender el siguiente vuelo. 

En 1493  Contantinopla fue arrasada por un incendio . Sus habitantes ignoraban que de entre sus alaridos y sus cenizas surgía  la Edad Moderna. 

En ese miso tiempo Gutenberg en Maguncia imprimía un Salterio por primera vez. Y  en aquel   año la Peste bubónica con su guadaña  diezmaba la población en Europa. Y mientras olía a   carne chamuscada de los herejes en España, unos marineros planeaban cruzar la mar océana y   alcanzar las Indias. 

En aquellos  momentos  ni unos ni otros eran conscientes de los cambios que se avecinaban, ni de la cultura que  despedían para siempre.    Estos hechos no manifestaron su poder hasta mucho tiempo después. 

Después  finalizaría la Edad Moderna  con nuevos fuegos que   consumirían un mundo viejo, y renacería de esas cenizas  una nueva Edad . La Revolución  Francesa , la guillotina, y nuevos alaridos de cabezas cortadas de nobles que nunca más esnifarán rape. Tampoco nadie se coscó de lo que estaba pasando.

Hoy todo el mundo habla de la crisis económica. Es más  que eso. Ya  se escuchan los gritos de una nueva e inmensa hoguera que está reduciendo  a pavesas  el viejo orden. Es la crisis, sí, pero también las  nuevas tecnologías  que renacen de esas cenizas. 

No caemos en la cuenta. Cayó  el Muro de Berlín, China despierta , USA  se va tambaleando, Y  un Papa que  incendia   verdades  que parecían inamovibles. La genética cruza fronteras que dan miedo. Y  se producen nuevas formas de mirar .

Dentro de unos años, muchos,   los historiadores dirán: en el 2021  la gente creía que su angustia se debía a la crisis económica. En realidad se debía a que el Ave Fenix   ardía, y sus alaridos no nos dejaban escuchar  los balbuceos de  una nueva criatura que nacía..


 


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