Cuando regresé de Guatemala decidí vivir lejos de la basura mediática. No veo televisión, no escucho la radio. Esa porquería parece que no lesiona el cerebro . Y así es a simple vista.
La contaminación atmosférica sabemos que irrita las mucosas, que el tabaco
mata , que el exceso de alcohol produce impotencia sexual. Incluso nos muestran fotos de los efectos nocivos.
Conocí uno, muy guasón, que desde el coche cuando veía un despojo humano cruzar la calle , le señalaba y me decía:
- Suso, mira, ese está así por estudiar mucho.
Ver las Noticias , o seguir Supervivientes, o Sálvame de Luxe, o escuchar las el guirigay de las tertulias radiofónicas no deja lesión alguna en el callo más sensible del cerebro. Se procesa toda la mierda tóxica y tal como nos llega la trasladan al conocimiento sin que se produzca fisiológicamente ningún control ni rechazo.
Un río desbordado puede producir auténticas catástrofes, pero lo ves salido de madre, y sabes que esas aguas volverán a su cauce. Pero un río envenenado no está fuera de cauce, parece que está limpio, sin embargo, todo el que beba de él morirá. Lleva la destrucción en su seno.
El veneno moral e ideológico que uno respira empapa la raíz de la conciencia sin que el cerebro reaccione ante un ataque tan burdo y continuado. Propongo un artificio mental: ¿ qué sucedería si las ideas y creencias con que alimentamos el cerebro y el espíritu fueran comestibles, o se pudieran fumar, o beber y fueran a parar al estómago en forma de carro del mercado que se adquiere en un Mercadona?.
Nos iríamos patas abajo de cagaleras, toseríamos esputos de colores asquerosos, pedorrearíamos unas flatulencias fétidas y atravesadas , vomitaríamos la primera papilla, o tendríamos la picha floja como una cuerda.
Incluso con otras creencias que vienen con nosotros desde muy pequeños, y que las llevamos allá dentro pegadas a la nuca. Hay quien el traje de la primera comunión le va muy pequeño, y anda marcando paquete religioso, enseñando las piernas peludas hasta la rodilla , con los calcetines blancos, y un traje de marinero que le estalla el culo. Si de verdad pudiese comer lo que cree , una disentería fulminante te mandaría corriendo al cuarto de baño.
Escuchar el fanatismo político de según qué políticos es como comer gato a la chilindrón , beber gasolina Diesel E- Plus, zamparse un kilo de fruta agusanada , o rata a la bilbaína .
Si en la tienda la gente rechaza por instinto un producto caducado , ¿por qué acepta una creencia rancia como si no le dañara?
No hay denominación de origen en las creencias, ni control calidad, ni trazabilidad de los productos. Conozco padres que si supieran la atmósfera viciada que respiran sus hijos en la educación de los colegios , aparentemente sana, se darían de cabezazos por balcones y ventanas
Tal vez llevamos años intoxicados, y con un umbral de tolerancia al veneno diario que recibimos en lo que leemos oímos, olemos, contemplamos,que ignoramos que estamos po dri dos.
Pues me temo que el odiador del que hablabas ayer está así por... estudiar mucho ;-)
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