Estos días estuve en Zaragoza. Por cosas de la vida tuve que acompañar a mi madre diez días.
Mi madre es una mujer que , por cosas de la vida también, se casó enamorada con un niño pijo y rico
Pero, cosas de la vida, la familia del niño rico lo desheredó si se casaba con ella. Y se casó.
La vida se puso muy cuesta arriba. Muy jodida. Pero , la vida, ya se sabe, las cosas fueron bien. Yo creo que el amor hace que todo salga bien. Todo.
Tuvieron una hija , Marisol, en Bilbao. Y de allí a Zaragoza. Allí nació Juan Carlos, que murió a poco de nacer.. Parece que tenía una malformación en el corazón ..después nací yo. Dicen los que saben que al haber nacido después de alguien que no llegó a buen puerto mi madre me transmitió la ansiedad de la madre que no sabe si uno también saldría enfermo.
Y parece que toda es preocupación , todos esos nervios, toda es incertidumbre, hicieron de mi el que soy. Vamos a dejarlo allí.
En Zaragoza nacimos cuatro más.
Esta fotografía se hizo en la plaza del Pilar. Y sesenta y dos años después volvimos a hacerla. Entre estas dos fotografías han sucedido muchas cosas. ¡ Muchísimas!
A veces pienso que si consideramos que la mayoría de los seres humanos a partir de los 25 años se casan y se detienen, reduciendo su existencia a cuatro , cinco, seis, o las que sean , rutinas...en fin, una vida como parece que desean la mayoría de los idiotas de este país, de funcionarios, o de niños de papá , pedir que la duración humana sea más larga es una gilipollez : una vida más larga solo la merecen quienes saben cómo llenarla.
Sé lo que escribo. Vengo de un viaje humano lleno de incertidumbres.
Dicho de otra manera, ¿ por qué no te mueres , tú, que llevas haciendo lo mismo un día , y otro, y otro, y otro, y que , oye, que ya está, que se acabó, que no hay más...?
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