Cuenta Ronald Knox que uno de los chispazos que activó el motor que encendió su conversión fue asistiendo a un funeral católico.
Knox era sacerdote anglicano. Un día , asistiendo a un funeral católico, observó que durante la comunión la gente cogía el bolso, el sombrero, e iba a recibir el Sacramento. Le llamó la atención, pues en la iglesia anglicana había una guardarropía en la entrada donde se recogían y g abrigos, bufandas, sombreros...ropa, en fin ,de los fieles.
Preguntó a un sacerdote católico amigo suyo y éste le contestó:
- Vosotros, los anglicanos, sois una iglesia formada por los puros. Os consideráis gente de la "high" Sin embargo, los católicos somos gente que nos sabemos pecadores. Todos. ¿ Ves esos confesionarios? , pues allí nos confesamos de pecados muy gordos. Nosotros lo sabemos bien, pues nos dice la iglesia que " hay que confesar los pecados mortales, y conviene decir los veniales". Y te aseguro que loa mortales, siempre, son muy graves.
"Por esa razón la gente cuando va a comulgar se lleva sus pertenencias, porque sabemos que el de al lado te las puede robar"
Y terminó... "vosotros no tenéis la confesión. Sois una iglesia de puros".
"Y - escribe Ronald Knox- entonces me sentí pecador. Y pensé que debería pertenecer a una iglesia así".
Knox fue el que atrajo a la iglesia católica a G.K. Chesterton, y fue el encargado de realizar la homilía de réquiem por él en la catedral de Westminster.
J. R. R. Tolkien, Evelyn Waugh, Graham Green, Hillaire Belloc, Gilbert K. Chesterton, Ronald Knox... ¡Unos CRACKS!
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