miércoles, 8 de septiembre de 2021

LA TRIBU DE NOSOTRAS, LA TRIBU DE NOSOTROS.

 Allá va una perla: no es lo mismo ser hombre que ser mujer, y de allí que existan dos maneras distintas de vivir en este mundo: el de las mujeres y el de los hombres. 


Hace unos días me comentaba un amigo que las mujeres no son “razonables”. Quería decir que en esta vida no se puede vivir sin razones. 


Muchas mujeres a eso de lo  "razonable" le llaman "caerse del burro". Por lo menos  para muchas madres, incluida la mía, que era la sentencia que usaba para marcar la frontera entre la cordura y la locura (por eso de los niños no se puede decir que “vivan” porque no tiene “uso de razón”. A los locos y los lerdos les sucede lo mismo)... hasta que "caen del burro".


Este hombre no termina de entender las razones de las mujeres ( en concreto de las suyas, esposa e hijas), y de alguna amiga que ha pegado un petardazo dándose el pire con otro hombre y dejando en la estacada a su marido (en mi opinión, bien dejado...)


Hay mujeres que soportan todo en esta vida, excepto el aburrimiento.


Yo vivo con una mujer , aquí en Cuntis,  nada "razonable" para mis criterios. Es más, a veces creo que juega conmigo. Se cachondea. Y, cuando quiere, me lleva por la calle de la Amargura.


Pero aprendí una cosa: como sé que me quiere, ¡que juegue a lo que quiera!. Yo sé lo que me digo.


Dice mi amigo que para vivir hay que tener valores, y es así porque así entiende su vida: entiende las cosas dentro de su lógica. Y si no las puede integrar dentro de su vida, no las entiende.


Eso es muy masculino. Muy de indio machote.


Pero la realidad hoy en día es distinta para el hombre y la mujer porque se proyectan de distinto modo: hay un modo razonable masculino y otro modo razonable femenino. También hay un modo común. Por eso a veces no nos entendemos. Las cosas tienen distintas significaciones para el hombre y para la mujer. Hay cosas de hombres, hay cosas de mujeres, y cosas comunes.


Un ejemplo. Paseando por la calle los hombres vemos el cuerpo de una mujer. Esencialmente si está buena, si es guapa  o fea...vemos un cuerpo: chapa y pintura.


Ellas ven muchas más cosas, además del vestido de esa mujer. Con eso basta. El mapa de ellas llega más dentro, y más lejos.


La mujer no toma la iniciativa, pero la proyecta. 




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