Vivimos en una galaxia que se llama Vía Láctea En ella tiritan 150.000 millones de estrellas aún más potentes que el Sol.
La galaxia vecina se llama Andrómeda. Desde donde estamos sólo se ve como un puntito de luz , pero estamos dos millones de años luz, y el puntito tiene 200.000 millones de estrellas también en llamas.
Hasta ahora los astrónomos han clasificado unas 100.000 millones de galaxias agrupadas en colonias, pero eso sólo son arrabales puesto que la mayor parte del universo está fuera del alcance de los telescopios.
El universo continúa su marcha.
No sabemos cómo , pero hace dos mil años unos sabios de Oriente leyeron en esa partitura de las estrellas una profecía. Ni más ni menos que Dios se hacía hombre. A mi eso siempre me ha impresionado.
Uno cree que allá arriba hay frío, silencio, rocas incandescentes, inmensos agujeros negros , nada...
Y lo que me deja absolutamente perplejo es saber que en interior de un sagrario pueda estar ese Dios , y que no pete el sistema solar, la Vía Láctea, Andrómeda , y los millones y millones de galaxias que tachonan el universo.
Creer es es creer mucho.
Hoy visité uno de esos sagrarios y estuve con ese Dios. Después cené una tortilla francesa con jamón y luego he mirado la luna llena desde casa. La luna, que es un pedrusco y nada más. Se parece algo a nosotros, también pedruscos, que brillamos si tenemos un sol que amar. si tú te enciendes, yo me enciendo, si tú brillas, yo brillo.
Estoy en Zaragoza . En el parque debajo de casa unos seres humanos pasean sus perros y yo he mirado el firmamento bajo la noche estrellada. ¡Qué belleza! : Casiopea, Cáncer, Pegaso...tal vez allá arriba esté escrita una profecía que no sé leer, o una notas musicales con la partitura de vete tú a saber qué sinfonía compuesta por Dios. A lo mejor nos estamos perdiendo la fecha exacta del fin del mundo. ¡Vete a saber!
Abajo, en la acera, al pie de una farola, unos rumanos buscan en la basura del Gadis residuos de pollo, algunas compresas , hojas de escarolas , unos sesos de cerdo , y una escoba partida por la mitad.
¡Qué contraste !: arriba el código secreto de la Vía Láctea profetizando quizás la segunda venida de Jesús, y abajo , también quizás, los padres del Redentor que nacerá en otro pesebre.
Allá arriba no hay nada. Sin embargo, en ese contenedor se almacenan desperdiciadas todas las pasiones frustradas, los sucios pañales de un niño cuyo culín besó su madre después de limpiárselo y perfumarlo , la fiebre del sexo más sucio, los restos de un CD desgastado de tanto que se bailó, el frasco de colonia vacío que enamoró a un adolescente, las gafas no aumentan suficientemente la letra....
Llueve, y en la calle barnizada por la lluvia se reflejan las estrellas . También en las gotas que caen sobre ese contenedor abierto . Y en esas gotas se miran las constelaciones, en ese pálpito de vida desperdiciada se asoma el Universo y, quizás, Dios mismo.
Mientras, un volcán provoca el terror en unas almas. El Oso Hormiguero de la Naturaleza introduce su lengua pringosa en las casas de unas pobres hormigas que pasaban por allí.
En la Naturaleza todos pasamos por allí. Rezo por ellos.
¡Qué bonito! Pelos de punta.
ResponderEliminarUn abrazo
Que bien vendes ese Dios, ¡no como otros, que nos amargaron la vida con un dios cabreado!.
ResponderEliminar