Mis últimos años antes de jubilarme viví en san Cugat y trabajé en una empresa de redes y conectividad wifi.
Tranquilos todos. No tengo ni idea de eso, pero era el que abría la puerta y presentaba la empresa. Me fue muy bien.
Allí conocí el mundo de las cosas del pulpo de Internet.
Una de las visitas que hice fue a al nuevo centro de UNIR en Madrid. Un puto monstruo expertos en títulos universitarios , y todo tipo de grados a distancia.. Y es de los pequeños.
Conozco mucho a su fundador y él me facilitó una entrevista con el de compras. Un tío muy subido, con la mandíbula más alta que las frente, y pinta de estar a punto de cristalizar en adoquín. El tío llegó , se presentó, miró con cara de asco la tarjeta que le dio mi jefe, y dijo:
- ¿Y vosotros...quienes sois?... conozco todos los proveedores de internet y redes y vosotros no...
- Vámonos - le dije a mi jefe- con este tío vamos a perder el tiempo.
Y nos fuimos.
Después he visto muchos jefes de compras como éste trabajando en empresas que son como el infierno de Dante. Gente que se las da de muy principales , pero que son el mismo currito que comenzó en la empresa que se pasa el día corriendo de arriba para abajo, mandando y perdiendo el culo, haciendo cosas que le dice una máquina que haga, todo programado : el tiempo , el orden, el protocolo...porque estas empresas son como la Estrella de la Muerte, todo informatizado, todo en línea.
Y todos esos , desde la currita de recepción, pasando por el farfollas del adoquín, y terminando pop el altos cargos de dirección que se piensan intocables, llevan un cartelito pegado con un posit en la frente que dice " mañana me sustituirá un robot".
O sea, que, hala, sigue dale que te pego que te van a polculizar rápido.
La mayoría de los trabajos que conocemos, incluso los que necesitan de más creativos, los más humanos, serán reemplazados por máquinas.
Que no te lo creas da igual. Es así.
Libros, películas, cultura, bancos, clases, formación, compras, taxistas, transportistas, viajes...todos a la puta calle. La desintegración cultural que vivimos a golpe de pulgar es acojonante. Incluso el ocio , ya está pasando , se fabrique con un algoritmo.
Así que he tenido suerte, otra vez. Por los pelos he conseguido salir del sistema , más o menos, porque salir del todo parece imposible.
En fin, aquí estoy, lejos del mundanal ruido y de sus cosas.
Mañana más.
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Ayer Jordi, un lector anónimo, me envió este correo.
"Me encontré con este "hijo de Baco" y enseguida me viniste a la cabeza, por varias razones y todas buenas. La mayoría te las puedes imaginar, el resto me las guardo para mí, no sea que te vengas arriba más de la cuenta...
Es broma, lo siento, pero tú me enseñaste mucho de cómo soy, y te admiro. Y las diferencias que podamos tener por fortuna nos enriquecen como personas individuales (como grupo o parte de algo ya no tiene sentido hoy en día).
Por cierto, en la contraetiqueta de esa botella, el viticultor defiende la agricultura ecológica y natural, nada de pesticidas y fertilizantes químicos. Para hacer un buen vino -tal como para hacer una buena persona- hay que abonar con estiércol, o sea, con ¡mierda!
Un abrazo".
Ya que sacas el tema de la UNIR, hay algo que me tiene intrigado. Precisamente el otro día lo comentábamos con un compadre de los viejos tiempos. A ver esta universidad no es del Betis (no es una uic o unav)... ahora bien, se observan un mogollón de conexiones con el Betis (si consultas el claustro, los órganos de gobierno, profesorado, etc etc etc... en seguida ves las conexiones). ¿Cuál es el origen/razón de tanta correlación unir-betis?¿Acabará siendo una universidad del Betis?
ResponderEliminarNo pero sí, pero no, pero sí
ResponderEliminarExacto.
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