lunes, 11 de octubre de 2021

ZARAGOZA.

Si hubiese  nacido  en la lejana Harappa,  cerca de Ahmedabad ,  leería el Rig-veda , buscaría la verdad azotándome la espalda con ramas de ortigas  en lo alto de una colina batida por el viento de la India . Tendría una casa de madera junto  al Ganges y un gong  sonaría en el interior de mi conciencia, la cual formaría parte de la niebla y las  nieves. 


Pero yo he nacido en Zaragoza  y estoy condenado al cierzo  frío del Moncayo , a  la  retranca  maña, al ternasco  y  a las magras  con tomate , al  acento mañico, algo  bruto, y a una manera de  ser   ácrata e  individualista. Somos  la tierra de Goya, Buñuel, la Tamborrada...

Soy  Mariano y  Pilaro , y por su  manto me pasó la coronilla un infantico de   sotana roja y casulla blanca.

Nací  exagerado y  baturro. Mandando a "cascala" a la gente. Caústico, de un humor  avinagrado, y directo. Así  somos.

Creo que el cielo es una tienda de caramelos de  adoquines  con letras de jotas en su envoltorio, las frutas de Aragón, que son bombones  dulzones , la longaniza de  Graus ,  y por regla general, a mí se me aparece Dios cuando como un  cordero  a  la chilindrón.

En esta tierra, la verdad no habita en el cerebro de nadie. Cada  uno va  a  su aire. Sólo está en la superficie de las cosas que más brillan.  A Dios  lo puedes encontrar  en una Migas con jamón y uva, o tapeando unas banderillas  , o unas anchoas salmueras, unos calamares  rebozados, o unas patatas  bravas.   Cada jornada te ofrece una ráfaga de inmortalidad:  tal vez se hará evidente mientras le metes  el diente a una morcilla , o unos  huevos rotos.

En este momento, por ahí delante pasa la Biblia . Un camarero la lleva en la bandeja humeando y al depositarla  en la barra  dice " es, palabra de Dios". Es  café negro cuyo perfume  te transporta   transportado hasta Colombia. No te vayas todavía, maño.

Quedan algunas rosas por oler, algunos garitos que visitar, la  Alfajería, la Seo,  santa Engracia  (¡que le cortaron las tetas, a la pobre!) callejear por  el Tubo  , huelen las calles   tendidas al sol y los gatos  se ofuscan ante el resplandor de las cajas de  sardinas. 

Y queda la Virgencica del Pilar....como canta Fito:

La vida apenas solo dura un rato / y es lo que tengo para estar contigo / para decirte lo que nunca canto / para cantarte lo que nunca digo”.



3 comentarios:

  1. Me escribe el odiadorcito de siempre sobre el comentario que alguien hizo ayer que " si tú me hubieses puesto los cuernos ahora estarías muerto ".

    Este pobre hombre, que escribe en la soledad de la madrugada, nos quiere hacer creer que alguien comparte su vida con él.

    Intuyo que se desayuna su pan untado en lágrimas.

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  2. Espero que no esté amargando y hundiendo la vida de nadie, respirando el mismo aire.

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  3. El cornúpeta - su furibunda y biliar amenaza confirma su condición - embiste de nuevo. Es su naturaleza, no puede evitarlo; tampoco leerte, ni dejar de beber su bilis.

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