Si hubiese nacido en la lejana Harappa, cerca de Ahmedabad , leería el Rig-veda , buscaría la verdad azotándome la espalda con ramas de ortigas en lo alto de una colina batida por el viento de la India . Tendría una casa de madera junto al Ganges y un gong sonaría en el interior de mi conciencia, la cual formaría parte de la niebla y las nieves.
Pero yo he nacido en Zaragoza y estoy condenado al cierzo frío del Moncayo , a la retranca maña, al ternasco y a las magras con tomate , al acento mañico, algo bruto, y a una manera de ser ácrata e individualista. Somos la tierra de Goya, Buñuel, la Tamborrada...
Soy Mariano y Pilaro , y por su manto me pasó la coronilla un infantico de sotana roja y casulla blanca.
Nací exagerado y baturro. Mandando a "cascala" a la gente. Caústico, de un humor avinagrado, y directo. Así somos.
Creo que el cielo es una tienda de caramelos de adoquines con letras de jotas en su envoltorio, las frutas de Aragón, que son bombones dulzones , la longaniza de Graus , y por regla general, a mí se me aparece Dios cuando como un cordero a la chilindrón.
En esta tierra, la verdad no habita en el cerebro de nadie. Cada uno va a su aire. Sólo está en la superficie de las cosas que más brillan. A Dios lo puedes encontrar en una Migas con jamón y uva, o tapeando unas banderillas , o unas anchoas salmueras, unos calamares rebozados, o unas patatas bravas. Cada jornada te ofrece una ráfaga de inmortalidad: tal vez se hará evidente mientras le metes el diente a una morcilla , o unos huevos rotos.
En este momento, por ahí delante pasa la Biblia . Un camarero la lleva en la bandeja humeando y al depositarla en la barra dice " es, palabra de Dios". Es café negro cuyo perfume te transporta transportado hasta Colombia. No te vayas todavía, maño.
Quedan algunas rosas por oler, algunos garitos que visitar, la Alfajería, la Seo, santa Engracia (¡que le cortaron las tetas, a la pobre!) callejear por el Tubo , huelen las calles tendidas al sol y los gatos se ofuscan ante el resplandor de las cajas de sardinas.
Y queda la Virgencica del Pilar....como canta Fito:
La vida apenas solo dura un rato / y es lo que tengo para estar contigo / para decirte lo que nunca canto / para cantarte lo que nunca digo”.
Me escribe el odiadorcito de siempre sobre el comentario que alguien hizo ayer que " si tú me hubieses puesto los cuernos ahora estarías muerto ".
ResponderEliminarEste pobre hombre, que escribe en la soledad de la madrugada, nos quiere hacer creer que alguien comparte su vida con él.
Intuyo que se desayuna su pan untado en lágrimas.
Espero que no esté amargando y hundiendo la vida de nadie, respirando el mismo aire.
ResponderEliminarEl cornúpeta - su furibunda y biliar amenaza confirma su condición - embiste de nuevo. Es su naturaleza, no puede evitarlo; tampoco leerte, ni dejar de beber su bilis.
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