Sé que estoy caminando hacia algo, y no sé qué es.
Puede que, como otras veces, no llegue más que a otro callejón sin salida. Estoy en el camino que busca y que puede terminar en nada. Quizá el mejor de los caminos. Pase lo que pase , intuyo que es camino hacia Dios. Todos los caminos terminan en Él. Estoy convencido.
De lo que no estoy tan seguro, aunque parezca una "boutade" ,es de que Él exista. A veces dudo. A veces tiemblo. A veces amo.
Veo un perro dando dentelladas al aire persiguiéndose el rabo. Así ha sido mi vida , a veces. Todo es poco. Como aquel chiste de uno en los shows del Colegio Mayor Monterols, hace años «¡La felicidad no es lo suficientemente buena para mí! ¡Exijo euforia!...¡ para mí no hay obstáculo, cortapisa, ni valladar ! ».
No es la edad, es la existencia misma, tan angulosa, tan embrollada, como la zarza que arañó en la niñez nuestras blancas y carnosas piernas. Cuando alguien me habla del esfuerzo, me hago un ovillo. El esfuerzo no sirve para nada. El esfuerzo es Sísifo una suerte de primordial paciencia. Subir la montaña como si fuese la primera ascensión . Con una serenidad atávica. Contar hasta diez o hasta veinte o hasta cien. Vivir es caminar mirando los pies. Que cada traspié sea el penúltimo. Que la ilusión adelgace pero no muera, que la vida sea sólo esta imperfecta y tenaz pasión por la propia vida.
Intuyo que queda poco de salud. Me esfuerzo no dinamitando cada minuto de este trayecto. Me esfuerzo haciendo amables las habitaciones en las que me siento, plácidamente, a charlar sobre cosas sin importancia. A cantar, a leer, a andar.
Cerca de casa hay un hormiguero. Somos parte de esa gente que pulula como hormigas en la breve boca del hormiguero. Somos sin interrupción. Nuestro cabeza en el culo del vecino . Ni siquiera el consuelo de un algo que permita salir esporádicamente de casa. Somos la cinta de Grease que grabó aquel chaval de Viaró una y otra vez hasta agotar su cinta de noventa minutos. Somos ese vídeo interminable. ¡ Cómo se repiten nuestras vidas!
Estamos expuestos y somos frágiles. Recibo un mensaje por Whatsapp, es un tipo que me reprocha no haberme formado más y mejor. Y qué. Me importa una mierda .
Me han dado una mala noticia. Se murió alguien que conocí hace años. Una de esos avisos que olvidas mañana , no grandes tragedias, sólo una agujita clavada, una burbuja de sangre. Derrotas a cámara lenta. Un día la mala noticia seré yo. "Se ha muerto Suso". Un gesto intentando recordar, y ya está.
Quién no encierra dentro de sí a un pequeño crío cansado de hacer el test de Cooper. Quién no encierra dentro de sí a una niña harta de hacer gimnasia rítmica con temor a que se le caiga la cinta. Quién no encierra dentro de sí a un niño que dibuja monstruos para espantar su miedo.
Estoy en el camino de algo. Estoy en el camino de nada. No hay mejor sabor que el primer sorbo de cualquier cosa nueva. Escucho a quien me habla. Hablo a quienes me ofrecen el tesoro de su atención. Todos los días me siento a vuestro lado para confesarme con vosotros con este tono, a veces de macarra, a veces de un perfecto gilipollas, otras de beatilla enamorada y lastimera.
No me pedís nada a cambio. Estoy en el camino de algo.
El chiste del CM Monterols... no lo pillo :-(
ResponderEliminarEl que te envía semejante mensaje por Whatsapp: qué simpático, no?
En realidad, más que un chiste era una frase que repetía mucho... lo de obstáculo, cortapisa, ni valladar
ResponderEliminarMe suena que Calvin tiene una tira en la que se dice eso. Quién lo dice? Es Calvin o el padre de Calvin?
EliminarSi no conoces Calvin y Hobbes, ya estás tardando. Creo que te gustaría.
Ahora que caigo, tú eres un poco Calvin...
Si nos juzgaran por los conocimientos que podemos adquirir, cómo podrían ser juzgados a los que se les ha dado menos inteligencia?
ResponderEliminarQué es lo que tenemos que desarrollar?
Qué?
Ya me cansa el tema
Hay muchas inteligencias. No es sólo buena capacidad para memorizar, o lógica matemática.
ResponderEliminarGracias, Suso.
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