domingo, 13 de febrero de 2022

UN CAMINO ORUGADO.

Ya me creo muy pocas cosas.  He puesto tantas esperanzas en personas equivocadas, en ideales caducados, en proyectos que hicieron "figa". Al final casi todo son fruslerías y palmaditas en la espalda.


Madurar es no sentir culpa por dejar un libro a medias, levantarte de una película porque es una mierda, dejar de ser educado cuando te están pisando el callo. Madurar es que nadie se dé cuenta que no te pispas de nada. . Madurar es escuchar sólo discos que te hacen disfrutar , aunque no gusten a nadie. Llorar incluso por canciones que son cursis. 


Madurar es rezar y creer las cosas que rezabas y creías de pequeño. ¿Qué es la vida sino el sueño de lo que dejamos atrás? Allí detrás , en el dobladillo de los sueños acecha una resignada y sonriente melancolía.


No sé vosotros, pero cuando viví los mejores días de mi vida no sabía que estaba viviendo los mejores días de mi vida. Y ahora que lo he descubierto, ya solo nos queda la gimnasia triste de la memoria. Como un mapa del tesoro que lo vemos y suspiramos diciendo " ¡ joder!" m mientras lo tenemos  entre las manos. 


La educación  es una voz que me riñe cuando hago tonterías, que me obliga a la seriedad, a la sobriedad y a estarme quietecito. Me hago mayor. Y pasarán los días como pasaron los besos y pasaran los besos como pasaron las canciones infatigablemente cantadas en Herzegovino.


Quiero llegar a viejo con buen beber y una erección final-  no caerá esa breva- , con un libro aún por leer , con curiosidad por todo, con mis paseos por el campo y esta serenidad pausada que llevo años cultivando. Quiero llegar y quedarme en el descansillo antes de entrar a oscuras a la parte donde no sé quién me espera tras un largo viaje de vuelta a casa.  A eso aspiro, y a poco más.


La vida es una cosita frágil, como las obleas que hacían las monjas de clausura de no sé que orden de Zaragoza , donde además uno pedía " deme también  una bolsa de cilicios y disciplinas" , y te decía la madre " un momentito", como que estaba en el ajo, aunque el rumor de su hábito sonaba a dominatrix cuando se iba a buscarlos.


Decía que la vida es  una cosita frágil . Solo quiero un espejo donde mirarme sin que se me caiga la cara de vergüenza. Y comprender, por fin, aquello que decía mi madre " ¡ cuando caerás del burro!" . 


La vida es  el camino orugado de los días. Y que no pase un hijo de puta que le dé una patada a la fila y nos mande a tomar pol saco. ñ



No hay comentarios:

Publicar un comentario