viernes, 4 de febrero de 2022

OTRA VEZ SÍSIFO.

Leo que los heliotropos son hierbas anuales o perennes, o arbustos.  Su nombre proviene del griego y significa »volver al Sol» (Helios se traduce como sol, y tropein como volver). Este hace referencia al movimiento que hace mirando al astro rey.


Somos heliotropos, buscamos la luz, a veces retorciendo nuestro cuerpo hasta hallar el rayito ardiente que nos dé vida y calor. 


Decía Gaudí que la recta no existe en la naturalea, por eso construía raro. No hay caminos rectos, sólo propósitos rectos.  Una de las cosas buenas de ser católico es que los buenos deseos salvan, aunque sea al final, y por los pelos.


Me preocupa la moral de esta sociedad urgente, jubilosa, de eyaculaciones precoces. Y para conseguirlo compartimos memes en Twitter, improvisamos leyes educativas, damos bandazos ideológicos y ridiculizamos todo aquello que no entendemos como propio. Luego culparemos al que pasaba por allí . Ha pasado así siempre. 


El tsunami arrastrará nuestras sombrilla. Flotarán nuestras cosas de la sociedad del bienestar  sobre la espuma como las chanclas y las toallas. Moriremos rezando. Vaya engañifa. Queremos un nosotros mejor y queremos lograrlo sin mejorar nosotros.  El ser humano es un animal pequeño. Si se cabrea agarra berrinches. Si quiere ganar, sueña en el salón de su casa . Si tiene miedo, se esconde debajo de las sábanas. Si tiene ganas de cambiar el mundo, llora, sueña, y lleva las sábanas, por si acaso. 


En la isla de Arosa están los restos de una  barca. En medio de las rocas un timón.  Me acordé de esa poesía de Lope, la de "pobre barquilla mía".  Todo pasa. Pasó Maradona y pasarán las mascaras. Pasará el virus y pasarán Pedro Sánchez , y los vascos, y los catalanes, y este Papa . Pasarán los cómicos de ayer,  y las reformas de la casa,  y los pañales  y hasta el sexo pasará.


El amor, algunos amores, no pasarán.  Porque nada escapa del reloj. "NESCITIS DIEM NEQUE HORA" No conoces ni el día ni la hora, dice el eloj de sol en el Museo de Artes y Oficios de París.


La gravedad nos garantiza el suelo. Su tacto áspero. Su cuna inmisericorde. 


En una ocasión  un padre de Viaró, muy cabreado porque habían expulsado a su hijo me dijo gritando " nunca voy a donde no me quieren, pero si les jode, a lo mejor me paso a saludar". Y no os mando a tomar pol culo porque igual os gusta!". Estoy harto de ver padres muy cabreados que hablan de que qué pasa con  la oveja perdida.


Estamos condenados a la rueda y al serrín, como el roedor. No hay caminos rectos, sólo propósitos rectos. Y un segundo de lucidez   para pedir perdón.  




2 comentarios:

  1. Pero qué hizo la criatura para que la expulsaran de la escuela de élite? En colegios de ese pedigrí no es habitual ver expulsiones, apenas hay alumnos realmente conflictivos. Quiero decir, si vas a una escuela de los suburbios de París, allí sí que encuentras un buen puñado de alumnos/as conflictivos, más aún: peligrosos/as... pero en una escuela privada del Vallés Occidental, es lo más parecido a un remanso de paz.

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  2. El padre, un ginecólogo muy principal llevó un año a EE UU a sus hijos. Al regresar quiso matricularlos de nuevo y el director, que le tenía ganas, no les dejó.

    El problema era que les dijo que les guardaba plaza.


    En fin... aunque yo tampoco les hubiera matriculado.... pero se podía haber hecho con más cabeza.

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