Hace unos días, hablando con un antiguo compañero de trabajo , y buen amigo, le dije que yo era tímido. Saltó sorprendido:
- ¿Tú tímido?...¡ si decían de ti que tenías la cara más dura que la suela de la Michelín XDR !
Y la verdad es que sí. Soy tímido. Lo que pasa es que, como me enseñó la "señora Roda" , una institución en el colegio Turó, " si a los veintitrés años eres tímido, eso es una falta de educación".
Cando era chaval sufría muchísimo al regresar de comulgar en misa. Era un suplicio volver por la fila hasta mi banco. Me sentía observado por todo el mundo. Era incapaz de mirar al frente, me fijaba en las baldosas, y no sabía como andar, movía los brazos, metía las manos en los bolsillos, las sacaba enseguida, volvía a introducirlas en los bolsillos.
Mi madre me mandaba al mercado , debajo de casa, y me decía que trajese un pedido. Yo tenía " la vez" pedida. Y las señoras se me colaban, una tras otra, pasando de mi. Yo no me atrevía a decir " ¡eh, oiga, que es mi turno!". Me daba mucha vergüenza. Y uno, con su boletito en la mano, esperando....hasta que alguien se daba cuenta , o ya no quedaba nadie esperando cola.
También con mi madre, llegábamos de hacer la compra en el Spar. Estábamos los dos en la cola. Y ella advertía no haber cogido la fruta y me decía, " guarda cola que voy a por fruta".
Y no venía, y la cola se movía. Y no venía. Y yo agobiado. Y no venía. Y yo " ¿y si no ha llegado cuando estoy en la caja, ¿qué hago?". Y no venía. Y que queda un puesto. Y yo apurado. "¿ Y qué pido?, ¿ qué bolsa se deja primero?...." ¿y si se cabrea la gorda que está detrás de mi?"....
Al final las madres siempre aparecen.
O, y eso es que no lo soportaba, estabas en el parque jugando , y llegaba tu madre " ¡Susín, ven, anda!". Y uno iba. Y allí tu madre con las madres de tus amigos, y de tus amigas.
- Anda, bájate el pantalón....
Y la muy va, me baja el pantalón, me sube el calzoncillo por la goma ( entonces, lo reconozco, usaba slpis de goma floja) y enseñaba a las señoras todas unas rostras rojas que me habían salido en el culete. Allí con toda la nalga al viento imperio.
- ¡ Fijaos, qué cosa más rara le ha salido a mi hijo!
Y todas "¡uala!, ¡a ver a ver!, ¡ pues sí que es raro, sí!".
Y yo , todo colorado, colorado, pensando " joder, señora, ¿ qué pasaría si le bajo las bragas y toco mollar a saco!".
Lo pasaba mal. Y , claro, luego uno crece, se le va la timidez, y se pone ciego a tocar culo, que ha sido una de mis obsesiones desde entonces. Los culos.
Por cierto, esta es la rueda Michelín XDR.
Coincido en todo, punto por punto.
ResponderEliminarSupongo que es más común de lo que pensamos. .