sábado, 12 de febrero de 2022

UN PÁJARO ENTRE LA PUERTA Y LA PARED.

Ser  padre es prepararse para danzar un Aurresku de despedida a los hijos.  Veo un padre en el parque y lo siento feliz  contemplando a su hijo. Probablemente mi padre, que lo recuerdo en el parque con mi madre, tomando algo  en un velador,  mientras nosotros íbamos en bicicleta. Cuando te acercabas y gritabas " ¡mira , papá, mira, sin manos! , y mi  padre ponía cara de asombro.


  Imagino que entonces a mis padres les daría miedo mi fragilidad y simultáneamente se sentirían felices, como este padre que hoy veo.


Seguramente este hombre quisiera estar en todas partes y habitar el corazón para siempre. Pero, ¡ ay!, le diría,  " nos de su hijo  separa el tiempo. Tú te  irás algún día y él se quedará aquí, con sus juegos y su vida".


Ser padre es la coreografía de un adiós.


A veces uno extraña lo que nunca tuvo. 


Una vez, visitando una mujer enferma en el Barrio  Chino, en la calle Codols , me contó que por la noche escuchó un ruido extraño detrás de la puerta de su habitación . No veía nada. Era un aleteo en la oscuridad , una fiereza muda. Un batido de alas haciéndose un hueco entre la pared y la puerta. Se levantó, abrió a puerta como pudo y salió frenético y en vuelo un pájaro. Se golpeó contra el cristal de la ventana. Siguió intentando escapar, buscando un hueco, atravesando la pared, suicidándose contra las puertas y los cuadros. Quiso cogerlo pero no pude. Le abrió todas las ventanas pero nunca acertaba a encontrar el camino de vuelta al cielo. 


En aquellos días yo estaba muy mal.  Llevaba colgando la peor experiencia de mi vida , sexualmente hablando.   Mientras hablaba esa mujer pensé en mi.  " Yo soy ese pájaro que ahora se eleva y se golpea ciego". Y recuerdo que ella comentó " en un arreón de aire, por fin, encontró el camino".


Yo tardé en encontrar ese camino.


Veo ese padre, embobado. Yo me cansé de decirle a mi padre " ¡mira , papá!" , y sólo deseaba crecer rápido con todas mis fuerzas como. Y ahora, ¡ cómo  desearía regresarme a ese parque y a esas bicicletas!


Nos giramos en la vida como los enfermos en sus camas. Nunca estamos a gusto porque la vida duele  por dentro. Quiero ser todas las cosas hermosas y maravillosas  que he ido dejando tras de mí, en este camino de niño que regresa, sobre esta espalda de  oscuridades.



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