sábado, 16 de julio de 2022

DEJAD PASO AL MAÑANA.

Ayer vi en Filmin " Dejad paso al mañana". Una película deliciosa, una miniatura, de Leo Mc Carey.


" Y por si yo no te vuelvo a ver por un tiempo, quiero decirte que estos 50 años contigo han sido maravillosos, todos y cada uno de ellos".


'Dejad paso al mañana' es una de las películas muy arriesgada, o así me lo parece. Es uno de los finales más duros y emotivos que uno ha visto. Es el final más verdadero y sincero, a la par que cruel, que he visto. John Ford la tenía como una de sus películas favoritas, y Orson Welles sentenció que aquel que no llorara con esta película es que no era humano.

'Dejad paso al mañana' —qué título tan significativo y genial— no deja títere con cabeza. Habla sobre la vida, el amor duradero, la comprensión, la estupidez, la envidia, la humanidad, los celos, la ignorancia, la sabiduría, la osadía de la juventud, pero sobre todo, habla sobre la vejez como preámbulo a la muerte, tan segura de sí misma que nos da toda una vida de ventaja, el umbral que todos sin excepción cruzaremos, el paso que indica que todo se ha acabado. 


Sólo por cómo se haya vivido, seremos capaces de enfrentarnos a ello con mayor o menor dignidad, pero lo haremos tal y como venimos al mundo: solos; con los recuerdos de una vida digna, o con el peso de una vida desperdiciada. 


McCarey no emite juicios morales de ningún tipo al respecto, filma ese impresionante final con extrema sequedad y dureza. Como todas las despedidas en el andén de una estación de tren, los amantes de toda una vida se despiden con la única posesión de haberse amado tanto tiempo y tan intensamente. No se cargan las tintas, no hay mal rollo barato ni manipulación, sentimos la verdad en nuestras caras como un puñetazo, y lloramos mientras el tren, hacia la derecha, pasa hasta el último de sus vagones, y la protagonista, hacia la izquierda, sale del plano, para dejar el vacío, la nada más absoluta. La muerte.


Antes de ese inolvidable broche final, que te deja  completamente hundido, 'Dejad paso al mañana' —desarrolla la historia de una pareja anciana que es desahuciada y se ven obligados a separarse— supone todo un homenaje a los padres, y denuncia sin ningún tipo de rubor la crueldad de los hijos que no quieren hacerse cargo de sus progenitores, ya ancianos, por considerarlos una carga. Y ante todo trata con muchísimo respeto el sentimiento amoroso entre dos personas, tratándolo con intimidad, con secretismo, como si los testigos de los hechos narrados no fuésemos merecedores de entender o presenciar el porqué ese amor ha durado tanto tiempo. 


A mi me han impresionado tres escenas:


El amor es un secreto. 


La partida de brigde en la que Lucy Cooper recibe la llamada telefónica de su esposo Barkley Al igual que todos los allí presentes, oímos únicamente las frases que recita Bondi, de las cuales deducimos lo que su marido le dice, al que no escuchamos en toda la escena. Momentos antes, los integrantes de la partida se mostraban sutilmente molestos por las interrupciones de la anciana mujer que simplemente busca compañía. Las reacciones ante la misma son mostradas por McCarey en un portentoso montaje con tan sólo cuatro planos en los que los personajes se quedan hondamente impresionados por lo que escuchan. Algunos de los rostros simplemente se paralizan, otros sucumben a las sombras, y un silencio sepulcral inunda la estancia, mientras la anciana mujer se despide de su marido.


La tienda.


En un posterior momento, Barkley está en la tienda de su amigo Max , al que le pide gentilmente que le lea una carta que su esposa le ha enviado. Max, acepta de buen grado, y durante las primeras líneas de la misiva comparte con nosotros el contenido de la misma; hasta que de repente se queda callado. Las últimas palabras de la carta son demasiado íntimas, demasiado bellas, y Max no quiere seguir leyendo, ya que considera que es cosa de Barkley y su mujer, de nadie más. Cuando éste abandona su tienda, Max llama a su mujer sólo para verla, para recordar a quien tiene a su lado, queriéndole. Segunda vez que el espectador es privado de una información que en realidad no necesita. Allí me rompí.


El hotel.


En la larga y divertida secuencia del hotel en que la pareja pasó su luna de miel, y al que regresan en su última noche juntos, Lucy se inclinará para darle un beso a su esposo. McCarey toma la acertadísima decisión de colocar la cámara a la espalda de los personajes. Cuando Lucy está a punto de dar el beso, sucede algo increíble e inesperado: la actriz mira a la cámara —en realidad al espectador—, y se retira tímida de su acción, que no comete. Es éste un instante de completa complicidad con el espectador, que deja bien claras las intenciones del film a la hora de representar el amor. Un sentimiento profundo e inexplicable que pertenece por derecho propio única y exclusivamente a los amantes.


Tras todo eso, y mucho más —en menos de hora y media, la película narra muchísimas cosas—, 'Dejad paso al mañana' culmina con el ya mencionado final. 


Esta película rezuma vida por los cuatro costados, atreviéndose a mostrar lo que nos espera a todos, a través de una historia dura y cruel como al fin y al cabo es nuestra existencia.




1 comentario:

  1. Esta película es un coñazo.16 de julio de 2022, 23:58

    No.

    Tú existencia es dura y cruel.

    La mía no.

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