viernes, 30 de agosto de 2013

EL CABALLERO DE LA ARMADURA OXIDADA.


Cuando conocí a Manuela encontré en su casa el libro El Caballero de la armadura oxidada. Ella no es muy de leer, así que me lo zampé en media tarde. Es una fábula que habla del proceso de cambio de un tipo que no sabe expresar sus sentimientos. Un caballero egoísta que se va encerrando poco a poco dentro de su armadura , hasta que esta deja de brillar y se oxida.

Hasta tal punto que cuando se da cuenta no puede quitársela.

¿Te suena? . A mi sí. Podría citar , sin pensarlo mucho, a unos cuantos caballeros de la armadura oxidada que conocí en estos años. Y algunos con sus Cristóbal, el hijo del Caballero, de cabellos dorados, que ya no se acordaba del rostro de su padre sin su armadura. No citemos nombres, no se trata de pasarlo mal...

Gracias a Manuela , que me ayudó a desprenderme del rígido caparazón de antiguas ideas y actitudes cristalizadas, de vanidades y tonterías, de mentiras disfrazadas, de prejuicios y “yo sé lo que te pasa” , y me puso en disposición de emprender una tarea que, con su ayuda, me liberó de miedos, de “qué dirán”, de profecías de rejalgares, de máscaras, de ser elegido para un Cuerpo de Operaciones Especiales , de ansiedades, o de eso-que-tú-quieres-no-se-puede- hacer... dudas y desaprobaciones interiores y exteriores.

Y aquí estamos a la vuelta de los años. Desprendiéndonos de las pocas armaduras que nos quedan, casi desnudos, subiendo nuestra monte poco a poco. Enamorados.

¿Cómo se hace?, no tengo ni idea. Esto se anda día a día.

3 comentarios:

  1. ¡Que gusto! ¡Que maravilla!
    ¡Que os dure y lo disfrutéis un montón!

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  2. Mi padre fue un caballero de armadura oxidada. Y yo creo que me he convertido en lo mismo para mis hijos... hago lo que puedo para seguir hablando con ellos, pero creo que yo pongo más que ellos en el intento. En fin, creo que he llegado tarde. Por lo menos no sienten la inquietud que yo sentía al oir la llave de mi padre abriendo la puerta de la calle, cuando los padres eran el ogro (un gran logro de las madres) para los hijos.

    En otro orden de cosas, tu nuevo alter ego, Mauricio, ha supuesto un salto cualitativo importante en la profundidad de tus escritos. Pero me recuerda al propietario del bar reinols de la serie de tv, con bigote y todo.

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  3. ¡Buf!, anónimo...¡buen comentario!

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