A
Nietzsche le conmovió observarlo: «En el poder», escribió, «se
experimenta la realidad como libertad, como apertura real de
posibilidades, como acontecer real (efectivo), dinámico.»
Veo
los campeonatos del mundo de atletismo. Los atletas tienen una
conciencia de su cuerpo, del movimiento y del espacio, diferente de
la que tiene una persona obesa. Y sin ser obesa. Nos admira y
entusiasma ver esas carreras, esos cuerpos maravillosamente
esculpidos. La agilidad y la gracia son el cuerpo sometido a la idea.
Hoy Usaín Bolt, el hombre que posee la hortaliza más rápida de la
Historia, es un hombre feliz, realizado, completo.
Se
ha estudiado a fondo que la incapacidad para producir cambios en el
entorno, es un antecedente de la depresión. Un atleta experimenta
la realidad como libertad, como apertura de posibilidades, como un
algo real, dinámico y expansivo. ¡El deseo les brilla en los ojos
concentrados en su meta personal!
La
impotencia se vive en cambio como ausencia de posibilidades, como una
parálisis, como angustia. Este deseo de expansión personal se ha
descrito de muchas maneras.
Pienso
en algo tan importante como “el deseo de ser eficaces”. Quizás
ninguno influya tanto en nosotros mismos como la opinión que
tengamos de nuestra eficacia personal. ¿Por qué escribes un blog y
te afanas en su actualización?, ¿por qué dedicas tanto tiempo a
ese hobby, a esa afición?, ¿por qué tu afición desmedida y no
remunerada a esa locura que nadie entiende?. Pues porque el ser
humano parece estar motivado para realizar cosas que sin su acción
no se producirían.
Con
frecuencia se identifica con las cosas que podría hacer: su obra es
la extensión de sí mismo.
Y
eso está muy bien.
Dicen que lo que realmente diferencia a los hombres de los que no lo son es su necesidad de expresarse, de manifestarse. En el caso de los artistas esta necesidad es tan fuerte que llena por entero sus vidas.
ResponderEliminarPues no está mal visto,sólo que, en ocasiones, en la necesidad de expresarse sucede lo del chiste..".¿pa qué?, ¿pacaga'la?"
ResponderEliminarPienso en Carlos Floriano, por ejemplo, en Cayo Lara, y en tantos que mejor estarían calladicos.
Lo mejor del mundial de Atletismo es el salto de altura femenino, excepción sea hecha de la competidora española.
ResponderEliminarQuien sepa de que hablo, sabrá lo que digo.