Todos
somos personas dolientes, necesitadas y con nuestro poso de miseria.
Tarde
o temprano sentiremos en nosotros el zarpazo de la soledad, de la
pobreza, de la enfermedad, de lo peor en cualquiera de las miles de
formas que tiene de presentarse y que nos hacen sentirnos unos tipos
"que están jodidos".
El
que ha pasado por eso sabe de qué hablo.
Llegará
el peor de los momentos, esos en que constatas de una manera
inquietante que eres un desastre, que percibes lo fracasos, las
mentiras, las torpezas y las miserias de tu vida de modo que parece
que ya no hay solución.
Cuando
eres incapaz de arrepentirte porque ya no distingues la bondad de la
maldad de las cosas vividas, que estás perdido y no te queda fe en
ti mismo.
Es
posible , si tienes Fe, que entonces sientas a Cristo que dice "ése
que eres soy yo ". Ahora eres de los míos. Ese es el Cristo
que yo he sentido. El que me ha hecho feliz. Me quedo con Ése. Justo
cuando ya nadie da nada por ti. Ni siquiera los más santos de la
Tierra , que ni dos céntimos daban por nuestra alma. Muy santos,
sí señor.
Es
posible que sientas esto que escribo, pero si no es así, no pasa
nada: serás de los nuestros.
Suso, esto es muy fuerte... qué futuro nos espera..
ResponderEliminarTú tienes ya tablas y experiencia para llevar los envitas con mucha más donosuraa que la mayor parte, aunque siempre es deseable que los cálices amargos se los beban otros. Un saludo y mucha, mucha, MUCHA surte por Murcia y por Israel.
Espero que te hayan recontactado.
Un abrazo y perdona mis eventuales chapas malvenidas
¡Muichísimasgracias,Asier.
EliminarAyer llegamosa Cabo de Palos.
Elamigo que leía desde Israel,un sacerdote, falleció.Un gran tipo,43 tacos.Lenombrósu obispo vicario deladiócesis,y ledijo " que sepa queenmi familia hay una tara congénita yningunohemos pasado de los 45 años...y así fue,
¡¡Jodercómoes la vida!