SOMOS GILIPOLLAS.

Durán y Lérida no ve claro su horizonte personal si deja la política. "¿De qué viviré y de qué comeré? Los pobres profesores ganan poco. No tendría suficiente" No obstante, si eso sucediera alguna vez, "intentaría hacer de abogado en una consultoría. Pero no sé, como que no lo pienso para mañana todavía no lo tengo decidido".

No es asunto de opiniones políticas, estamos en una categoría.

El pensamiento de Durán es el de un altísimo tanto por ciento de nuestros políticos, vengan de donde vengan. Y tanta es su vanidad que no le importa confesarlo., porque lo que puedan opinar de él, se la bufa.

El problema es nuestro, que somos gilipollas. Los Durán, Chamosa, Uriarte,...en fin, la lista del arco parlamentario de idiotas en este país es de vergüenza.¡Hasta un tal Miguel Collado, vocal del C.G.P., contrató el pasado mes de julio a su hija Alejandra Collado -recién licenciada en Derecho- como su secretaria particular en el órgano de gobierno de los jueces!. Dos mil leuritos se gana la niña de los cojones.

Repito: somos gilipollas. La sinvergonzonería llevada a su máximo exponente. Se autodeclaran sanguijuelas inútiles, incapaces de aportar a la sociedad otra cosa que su increíble habilidad para ejercer el latrocinio y su gran capacidad de esquilmar a la sociedad con total descaro. En el Palace, con ese tono de estadista de medio pelo- nunca mejor dicho lo de medio pelo- que a mes a mes de nacionalista, separatista, es presidente en el Congreso de la comisión permanente de Asuntos Exteriores del estado español.

Lo de Durán define muy bien a la casta. Porque detrás de esta frase hay un desprecio a muchísima gente, sus votantes entre otros: todos conocemos profesores que viven decentemente, todo es cuestión de ajustarse al sueldo. Reconoce el vago que además de inútil es un caradura, y  lo confiesa porque sabe que no pasa nada. Es para mandarlos a la mierda y que les vote su puta madre.

De todas formas, la frase que más miga tiene, y la que mejor define a esta gente es “Pero no sé, como que no lo pienso para mañana todavía no lo tengo decidido".

¡Acojonante!

Seis millones de personas pensando en su mañana con angustia, y unos cuantos millones más, y un servidor del estado que como diría Rhett Buttler piensa...”francamente, me importa un bledo”.