lunes, 28 de octubre de 2013

EL GATO.



Termino de leer “El gato” de Simenon y no puedo menos que aconsejaros su lectura. 

De lo mejor que he leído.

La verdad es que Simenon escribía con una sencillez que admira. Presumía de no emplear más que dos mil palabras en sus novelas , las dos mil palabras que usamos en una conversación informal. 

Simenon declaró en una entrevista que si en su historia estaba lloviendo él escribía “llovía”, simplemente, y no “las gotas de agua repiqueteaban en los cristales de la ventana”. Describe los objetos con palabras del lenguaje corriente. 

Probablemente el tubo de una estufa de hierro tiene un nombre, pero a Simenon no le interesa demostrar al lector que lo conoce. Es cierto que se permite decir que la estufa ‘ronca’, pero el resto del mundo se comporta con perfecta normalidad: el reloj marca la hora, la chaqueta cuelga de un gancho y el carbón se echa a paletadas. Sin embargo, mediante la acumulación de sencillas descripciones y de frases cortas con verbos que todo el mundo usa, es capaz de crear ambientes y atmósferas envolventes, como reconocen sus críticos y disfrutan sus lectores.

En “El gato” la atmósfera se hace irrespirable por momentos. 

Simenon se esfuerza en la tarea de desaparecer de sus novelas adjetivos, adverbios y “cualquier otra palabra que esté allí para causar un efecto”. 

Escribía cada novela en unos diez días, un capítulo por jornada, y después dedicaba otros tres días a revisar, a cortar, a descubrir cualquier belleza literaria para eliminarla sin piedad: “ya sabes, si descubro una frase hermosa la quito”. Tal vez ese sea el secreto que explique por qué al leer ciertas novelas de Simenon sentimos que hemos entrado en un mundo ajeno pero no somos capaces de descubrir en qué momento o de qué manera se ha producido este pequeño milagro.

Lo que sobrecoge de “El Gato” es que detrás del señor Bouin y Margarite aparece Simenon. No está describiendo dos seres patéticos. Son él, su madre, o esa Nelly, su ideal de mujer : la puta de buen corazón que no hace preguntas. 

Hace unos años se publicaron las obras completas del Comisario Maigret, que se comercializaron los fines de semana en un coleccionable de un semanario dominical.

Los compré todos. Y desde entonces soy muy de Maigret. Hoy descubrí a Simenon, el de las novelas que él llamaba “duras”. 

“El gato” no es una novela negra. Es un novelón que te atrapa, con una intriga que no sabes cómo va terminar.

¿De qué trata?: del amor, del desamor, de la rutinas compartidas, del odio, de la crueldad, de las parejas de conveniencia, del miedo, de la fragilidad, de la fe sin amor, del sexo sin preguntas, de un gato, y de un loro.... 

De ti y de mi.

8 comentarios:

  1. Para escribir como Simenon tienes que tener en el cerebro más de 2.000 palabras. Si no te pasa lo que a Lucía (copio carta publicada por ABC, que circula en internet):
    LAS CINCO VOCALES en el idioma castellano
    La famosa escritora española Lucía Echevarría, ganadora del Premio Planeta, dijo en una entrevista, que "murciélago" era la única palabra en el idioma español que contenía las 5 vocales.
    Un lector, José Fernando Blanco Sánchez, envió la siguiente carta al periódico ABC, para ampliar su conocimiento.
    Carta al director del diario ABC
    Acabo de ver en la televisión estatal a Lucía Echevarría diciendo que,"murciélago" es la única palabra en nuestro idioma que tiene las cinco vocales.
    Mi estimada señora, piense un poco y controle su "euforia".
    Un "arquitecto" "escuálido", llamado "Aurelio " o "Eulalio", dice que lo más "auténtico" es tener un
    "abuelito" que lleve un traje "reticulado" y siga el"arquetipo" de aquel viejo "reumático" y "repudiado", que "consiguiera" en su tiempo, ser "esquilado" por un "comunicante", que cometió "adulterio" con una "encubridora" cerca del "estanquillo", sin usar "estimulador".
    Señora escritora, si el "peliagudo" "enunciado" de la "ecuación" la deja
    "irresoluta," olvide su "menstruación" y piense de modo "jerárquico".
    No se atragante con esta "perturbación", que no va con su "milonguera" y "meticulosa" "educación".
    Que tal “ocurrencia”.
    Y repita conmigo, como diría Cantinflas:
    ¡Lo que es la falta de ignorancia!

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  2. Cómo? Usted lee el ABC? Noooooooooooooooooooooooooooo
    Ahora entiendo muuuchas cosas. Qué decepción!

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  3. ¿Usamos 2000 palabras en la vida habitual? Yo debo tener una limitación más severa, de hecho tuve que buscar "pábilo" en el diccionario.

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  4. No he leído ese gato. Pero el que sí he leído hace poco es uno buenísimo que se llama "Soy un gato" de Natsume Soseki. También tiene otra novela sobre un maestro de primaria rural que creo que te encantará llamado Botchan. Ambos, muchísimo más divertidos que Zola. Apuntatelos, ya que estás en estado de gracia desde que has renunciado a la tele...

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  5. Hola, ayer hablabais de Antonio Valero, primer director del IESE. Su caida en desgracia se debió, según mi suegro, profesor emerito y muy amigo de Valero, a lo que ocurrió cuando recibieron la visita del fundador del Opus Dei. Éste preguntó por el oratorio y la respuesta fue que no había. Y ya está. Aunque se hizo el oratorio despues Valero ya estaba marcado.

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    2. El cabronazo de Lux se puso las botas con el libro del postulador

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