En “¿Quién teme a Virginia Wolf”
se muestra de una manera despiadada la demolición de una pareja
sembrada de frustración y resentimiento.
El despelleje entre ellos es brutal,
animal, primario.
- ¡Ja, ja , ja!, anda, prepárame
otra bebida, machote- pide una Martha pasada de copas.
- Anda que como le das- contesta
George.
- La nena tiene sed
- ¡Por Dios!
- Mira, cariño, a beber te gano
cuando me dé la gana...así que no te preocupes de mi.
- Martha, ya hace años que te di el
premio...no queda abominación en la que no hayas ganado.
- Te lo juro, si existieses me
divorciaría de ti...
- Vale, pero mantente en pie, por
lo menos eso...esa gente que esperamos son invitados tuyos y …
- Ahora ya ni te veo...no consigo
verte desde hace años.
Cuando en una pareja, o en la relación
con los hijos, o con nuestros padres , o con nuestra gente, se traspasa el umbral de las
palabras , y vale todo, cuando se rompen las reglas del respeto,
entonces, nos podrán decir “no consigo verte desde hace años”.
Sí, muy buena entrada. Ahora sé cómo se llama la enfermedad "noconsigovertedesdehaceaños". A mí me pasa que un familiar vive "un papel" (o un rol) y deja de ser "persona"; no puedes hablar con él porque hablas con una ideología rígida.
ResponderEliminarGenial reflexión, me quedo conla frase, dura donde las haya "no consigo verte desde hace años" Debe doler mucho sentirla y escucharla
ResponderEliminarHe buscado la correspondencia de Ortega, no sé con quién. Le decía: no me hable de sus ideas, hábleme de usted, qué tal está?. Lo importante es hablar de usted.
ResponderEliminar¡Horroroso! Pero desde el que dice la frase hasta el que la recibe...
ResponderEliminarDicen que no hay mas ciego que el que no quiere ver.