martes, 1 de octubre de 2013

"LOS DIFERENTES"


Escribí hace unos días una entrada sobre “ aceptar lo inevitable”.

Eliminé un comentario que decía algo así como “pero para eso están los milagros, ¿no Mauri?”. Como el tonillo me suena, a tomal polsaco!.

No todos creen en los milagros. Es más, creemos muy pocos. Y yo, casi nada, aunque lo pido. Y lo que demando no es salvarme de morir, sino salvarme viviendo. Moriremos maduros a la edad que tenga que suceder.

Y muchos de los que creen en algunos milagros, creen en supercherías.

Pero una cosa es “aceptar lo inevitable” y otra es decir que «lo tuyo» es diferente ...esos que tienen muy claro que en su caso no hay solución. Esos que piensan, y lo dicen “ ¡no te empeñes, lo mío es diferente, es que soy muy raro !”.

Porque no es verdad. Lo que hace que uno acepte lo inevitable es, precisamente, que al aceptarlo, aceptamos que hay soluciones a lo nuestro. Que no somos únicos. Que lo que nos sucede a nosotros no es algo tan tan tan, que en toda la Historia del Universo Mundo sólo te ha sucedido a ti, pobre desgraciado, miserable pecador.

Pamplinas depresivas que no van a ningún lado.

11 comentarios:

  1. Los milagros han creado una industria propia, alimentando a muchos peritos y funcionarios vaticanos. Muchos hechos acreditados como milagros se explican a medida que la ciencia avanza.
    Según he leído en los periódicos Juan xxiii será canonizado sin esperar que se acredite ningún milagro.
    Si algo es milagro o no, depende de cómo lo veas. Yo creo en la providencia.

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  2. ¡Buenos días! Esta es mi opinión sobre los milagros. Perdona el enlace a mi blog pero es que la entrada es larga y no se trata de dar el coñazo aquí.

    http://amarillo-limon.blogspot.de/2013/07/milagros-rumorologia-y-ciencia.html

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    1. ¡Hombre Jose A., usted por aquí! Nada, saludos. Supongo que me recuerda, de los debates en su blog.

      Francisco

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    2. Pues yo ya llevo por aquí varios años. ¿Cómo que se asoma usted al Barullo?

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  3. Hay milagros todos los días y en la vida de todas las personas.

    Sólo hay que tener ojos y oídos entrenados para descubrirlos.

    Por ejemplo, el otro día, en una reunión familiar, mi cuñada se acerco y me saludo cortésmente y se paso la tarde sin chillar a nadie. Este milagro por si mismo justificaría la canonización de Juan XXIII.

    O si no fíjese en el Atleti, ¡Le ganamos al Madrid en el Bernabeu! No creer en milagros esta semana es imposible caballero

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  4. Al eliminar al del puticlús, también lo hice con el comentario de José Antonio al que hacía referencia.

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  5. Hay que aceptar lo inevitable, entre otras cosas porque no queda otra... Es eso, inevitable. El caso mas extremo que he conocido es el de la abuela de una amiga mía. Se murió chillando, pegando gritos... ¡No me quiero moriiiir, no me quiero moriiiir...! Y al final, sucedió ... Lo inevitable.

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  6. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

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  7. ¡Eso por supuesto!...¡siempre confiar!

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  8. El sábado oí cantar a Serrat: Y olvídese
    de lo que fue y de qué modo
    y cuélguese
    en la magia de pasar de todo.
    Sabio consejo, pensé. Los que no aceptan lo inevitable, no viven en la realidad. Y no hay nada más sano que vivir en la plena realidad (nel bell mezzo della strada, que diría uno). Para vivir en la realidad, aceptar nuestras limitaciones (las de los demás también) y subirnos al tiovivo.

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