EL HOGAR PERDIDO.

Mi madre cuando  te veía muy tonto se ponía en plan  dueña de la Taberna Long Branch en Dodge City,   ,  se acodaba en la barra del Saloon y te daba un golpecito en la barbilla diciendo " ¡ay, criatura!"

 "Criatura"  se dice  del inocentón . Ser una criatura e ser una persona demasiado ingenua para las cosas de las que se trata . “No seas criatura” se dice de alguien que tiene   ideas muy pallá. Pero al llamar a alguien así, al menos con mi madre tenía esa impresión,  uno sabía que tenía cierto encanto.

En la vida me he cruzado con otras mujeres que también me han llamado "criatura"  , señal de que esa persona estaba dispuesta a perdonarte tus  locuras, como nos pasa con los niños pequeños.

La palabra criatura habla de la  Creación, de la inocencia perdida , del paraíso en la tierra.

Algie dijo  que todos los problemas de nuestro tiempo proceden de que el hombre ha olvidado que es solo una criatura, no el creador de las cosas. 

Uno, al ver estos políticos que piensan que somos una sociedad avanzada, que hacen de la Ciencia y del Progreso una meta final, un destino universal. Y uno le acojona mucho, muchísimo,   lo que pasa cuando los hombres nos sentimos creadores de algo, que la cagamos.

Porque no solo se siente autorizado a servirse de ello como le salga del pepino/chumino ( por la igualdad de enero)  sino también a decirles a los demás lo que deben hacer.

Esa mierda dela Sociedad del Bienestar  no es más que peña que genera inmensos beneficios , olvidando que somos criaturas.

¡ Vete  a Pedro Sánchez, o a Pablo Iglesias  con lo de criaturas!

La ciencia no nos dice cómo vivir

La religión, al postular la existencia de un Creador, libra de la tentación de sentirse dueños de las cosas. 

Y aunque no creas en un dios te darás   cuenta de que el mundo ya existía antes de nacer nosotros, y que lo seguirá haciendo cuando ya no estemos en él. No hace falta creer en dios  para ver el mundo como algo de lo que no podemos servirnos como si fuera una propiedad más de las muchas que tenemos. Basta darse un paseo por el campo, por el bosque, ir al mar, o tener un poquito, sólo un  poquito de sensibilidad. 

Somos hijos de la naturaleza y alejarnos de ella es una  tragedia. Hoy sabemos poco del coronavirus, pero me juego el derecho que tiene algo que ver con esto de ser o no criatura.  Y esa es la razón por la que la gente vacila, y no sabe qué hacer. Creemos que la ciencia lo resolverá todo, pero eso no es cierto. La ciencia nos ayuda a entender las leyes que rigen el mundo, y nos ofrece medios para transformarlo, pero no nos dice como vivir en él.

Hemos dado la espalda al mundo natural. Hemos contaminado los ríos, y mares, nuestras fábricas envenenen el aire, o transformemos las costas en una urbanización sin fin.

Y,encima,   hemos dejado de escuchar lo que nos dice la naturaleza. 

Y tú pensarás " ¿ pero es que habla la Naturaleza?". Pues sí, por supuesto que lo hace, '¡ y de qué modo!.

Estamos muy lejos  de los ríos, las montañas, las estaciones y los animales, y hemos transformado la naturaleza en un escaparate de agencia de viajes que decora sus excursiones dominicales.

 Todo lo que sabemos es por gracia de la naturaleza. Pero vete con ese cuento a la gente. 

Que nos vamos a la mierda es un hecho, con virus, o sin virus. Porque el mal está dentro de nosotros.  dudo que pueda resultar comprensible al hombre de hoy. 

A ver si nos enteramos: todas las culturas y en todos los tiempos, el hombre no solo ha respetado a la naturaleza sino que ha pensado que estaba unido a ella, y que tenía que aprender a escucharla y, por supuesto, a cuidarla. Que los árboles, fuentes y ríos guardaban secretos y misterios que les estaban destinados. El mundo entero es una creación y nuestro tiempo sigue siendo el del Génesis. 

Esa creación no está concluida, y había que respetarla.

Y, del mismo modo que nos hemos cargado al bebé, al down, ¡ Dios mío qué genocidio!, a los ancianos, a los enfermos, a los que nos estorban,  hemos jodido aguas, plantas,cimas y valles, flora y fauna...

En fin, vamos a dejar un mundo a nuestros hijos donde se van a dedicar muchas generaciones a buscar el hogar perdido.