martes, 28 de abril de 2020

LO VOLVERÍA A HACER.

No puedo decir cuál fue la primera película que vi, pero estoy seguro de que fue en el colegio de los jesuitas , el Salvador en  Zaragoza donde todos los domingos proyectaban películas.  

Allí nos juntábamos una panda de críos con ganas de follón. Se veían esas películas con auténtica pasión, una algarabía y un acompañamiento de efectos especiales  alucinantes. Gritábamos cuando venía la caballería,  bailábamos, saltábamos, llorábamos, la pasión por el cine era compartida por mayores y niños. De vez en cuando el hermano Babil se levantaba enfadado y lanzaba un soplamocos al primero que pasaba por allí haciendo el indio.  

Era una sesión sólo para chicos..

Toda mi vida afectiva  comenzó a desarrollarse allí. 

Soñaba con unas vidas distintas a la mía, siempre sujeta a mis padres.

Las primeras fueron Charlot, el Gordo y el Flaco, Jerry Lewis, Louis de Funnes,...


Recuerdo muchas escenas, más que  películas enteras. Y bastantes de ellas de contenido sexual. No explícito, claro, pero uno siempre ha sido muy así. Aún hoy. Ponle una falda a una farola y verás las tonterías que comienzo a decir.

Una  de esas escenas un hombre  es perguido por un delito que no ha hecho. Su novia está herida y el tipo sigue su marcha llevándola en sus brazos, hasta que agotado se detiene junto a un árbol. Es una noche muy hermosa, con el cielo cuajado de estrellas, y la chica, que se está muriendo, le dice que volvería a hacer lo mismo si ese era el precio que tenía que pagar por estar a su lado.

¡Joder!, pensé, ¡ qué bonito! "¡ Me gustaría amar así a la mujer de mi vida!". 

En otra escena , de otra película, el actor ( creo que era Telly Savala) muere soñando mientras besa a  una mujer medio desnuda. Y recuerdo pensar " ¡ se ha muerto en pecado mortal!"....¡ al infierno de punta cabeza!".

 "Lo volvería a hacer". La pronunciaban todos los amantes del mundo, seres vulnerables que se empeñaban en algo que casi siempre superaba sus fuerzas, a quienes no les importaba el fracaso porque habían hecho lo que debían, aunque les costara la vida.

Así me ha ido. Para bien o para mal, hoy puedo decir de muchas de las historias que pasé, de las que de verdad valieron la pena aunque salieran mal , " lo volvería hacer".


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