domingo, 5 de abril de 2020

EL MAL ROLLO DE MASCARILLAS Y GUANTES.

Siempre me conmovió, muchísimo, la figura de ese décimo leproso que regresa a dar gracias. 

Lo imagino con una alegría desbordada. El tío era samaritano, encima. 

- ¿ Dónde están los otros nueve? 

Feliz y agradecido porque le ha curado el estigma que le deformaba y ensuciaba las manos y vuelven a ser aptas para las caricias y el juego.

Vengo del super y veo esa legión de manos enfundadas en sus guantes azules, manos que no quieren tocar ni ser tocadas.

Esas manos hablan de exclusión, de pérdida de contacto con el corazón de lo real. Son el símbolo de una comunidad rota. No solo por el virus que nos invade, sino por el tipo de mundo que hemos creado. 

Ya estábamos leprosos . ¿ No lo vemos? 

Un mundo donde en la práctica íbamos a nuestra puta bola. Buscando vivir bien. Y ayudando lo justito para que no se diga. 

Y condenando a tantos al dolor en soledad, a la exterminio del débil ( aborto, holocausto silenciado de los downs, o la eutanasia) a la miseria, la locura ....¡qué falsa sonaba ayer la soflama de Pedro Sánchez sobre la defensa de nuestros mayores estando a un caliente la propuesta de ley de la eutanasia!

Preguntamos qué podemos hacer para que esas manos de plástico vuelvan a ser nuestras, es la única pregunta que debería importarnos.


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