martes, 30 de agosto de 2022

COSA DE MANUELA.

Cada año , cerca de septiembre, acostumbro a visitar el cementerio donde están enterrados Manuela, y sus padres.


Fui este fin de semana. Anduve desde Benavente hasta Matilla. Tres horas y media en un paisaje que me gusta mucho.  Es una Castilla ancha, es un cielo sin curvas, tierra árida y desamueblada. Hay partes del camino don de parece que el páramo no tiene principio ni fin. Es una cosa tan ardua y abierta que sólo de mirarla, con esa calorina, se fatigaban los ojos.


Al llegar me acerqué el bar. Me saludó su dueña. Me preguntó qué hacía por allí. 


- Tengo costumbre de venir una vez al año a visitar el cementerio y  darle las gracias a Manuela. Desde que murió  las cosas me han ido muy bien en todos los sentidos y estoy convencido que algo tiene que ver ella en todo eso. Porque pienso que si no es por alguien que cuide de mi, no se entiende. Debe de ser ella. Así que vengo a agradecer.


La mujer me miró perpleja.


- Yo es que no creo en eso.


Yendo al cementerio me encontré con uno. Es pastor. 


- ¡ Hombre!, ¿ a qué se debe tu visita?


Le explico...


- ¡ Buf!, yo es que eso de los muertos como que no.


Después de salir del cementerio me cruzo con uno que hace muchas labores  en el pueblo.


- ¿Qué tal, hombre, de visita?


Vuelvo a contar la misma historia.


- No soy religioso.


Regresé en coche. Me llevó Y. Era muy amiga de Manuela. 


- ¿De verdad tú crees que Manuela te escucha?...yo es que no creo que haya nada después. Hace dos años que falleció mi padre y no he ido nunca al cementerio.


- Bueno, yo creo que me han sucedido muchas cosas que sólo entiendo por mis muertos: Manuela, mi padre, Joaquín...tengo una buena lista de amigos que ya no están  y hablo a diario con ellos. Y me va muy bien. Estoy seguro que Manuela tiene mucho que ver en mi vida hoy.


Nos despedimos.


Por la noche estaba tomando una copa en una terraza y  dos buenos amigos de Matilla me reconocieron. Regresaban al pueblo. 


Hablamos. Y ella me pregunta:


-  Y qué has hecho en Matilla.


Les cuento todo. Se miran


- ¡Vaya!...cuando salíamos de Matilla nos hemos encontrado con Y. No nos ha  contado que te ha traído en coche aquí. ¿ Sabes de dónde venía?...del cementerio.


Y pensé que debió de ser cosa de Manuela. 



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