En cualquier excursión a pie con viandas a merendar al campo a la fuente siempre hay un grandullón, en general el más conformista y bonachón de la pandilla, al que le toca llevar la sandía.
Quien lo haya probado sabe lo difícil que es transportar una sandía en brazos a través de un sendero escarpado, con subidas y bajadas cada vez más abruptas. Un pringue.
Cuando se inició la tuna de Monterols, hubo uno que vio que sin él la barraca se iba abajo. En la tuna viste mucho cantar, ir dando saltos con la pandereta, bailar las cintas, echar piropos...pero hay un tío que sin él aquello no funciona: L'encarregat.
L ' Encarregar es el que va con el maletín y los recambios de las cuerdas de guitarras y bandurrias. El que dispone en orden los trajes para que antes de comenzar la salida los tunos lo tengan todo preparado. Lleva el agua, y está a la que salta.
Ese fue D... Disfrutaba como el que más, también vestía de tuno, y gozaba de una primera fila envidiable...pero se lo curraba.
Nos encontramos muchos años después. Y, aunque no me sorprendió el cargo y la posición que ocupaba, sí la razón de la misma:
- He seguido siempre siendo "L'encarregat".
Que no es lo mismo que el de la sandía.
Los encarregats cuando llegan a directivos son personas que conocen muy bien su oficio, y han llegado a él por el servicio.
El de la sandía, si llega a directivo , acumula muchas horas de sudores, cierto cachondeo con él, y resentimientos de horas entre peñascos con ella al hombro o abrazada contra la barriga.
Los encarregats cuando llegan a directivos son personas que conocen muy bien su oficio, y han llegado a él por el servicio.
El de la sandía, si llega a directivo , acumula muchas horas de sudores, cierto cachondeo con él, y resentimientos de horas entre peñascos con ella al hombro o abrazada contra la barriga.
Supongo habrá atravesado su particular calvario, pues el de la sandía no es gente que les tenga en consideración el adversario.
En su trayectoria profesional , imagino, sus compañeros, sus jefes, durante la larga excursión a la fuente , cruzando sus apuestas : seguro que se le cae la sandía... O, ya verás como , harto de tanto trajinar la sandía de aquí para allá , cansado de cargar con ese peso muerto, un día la manda ala mierda en plena cuesta para echar a correr hasta perderse monte abajo.
Es cabezota , buena persona, y listo. Y allí está.
No tengo hijos, pero si los tuviera le hablaría de las ventajas insondables de ser L'encarregat.
Y le prevendría , sobre todo si es gordito y bonachón, de abstenerse si es elegido siempre para llevar la sandía en la romería a la Fuente.
Y le prevendría , sobre todo si es gordito y bonachón, de abstenerse si es elegido siempre para llevar la sandía en la romería a la Fuente.
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