domingo, 22 de enero de 2023

EL ALUMNO DE GUARDIA.

En Viaró había un encargo que siempre me hizo mucha gracia: el alumno encargado de guardia.


Se trataba de estar un día entero  pendiente de  servir de enlace para todo tipo de encomiendas que se  pudieran dar durante el día: recoger los partes de asistencia, ir a por un paquete de tizas que pudiera faltar en alguna clase, llevar al aula  el bocadillo que había ovidado algún alumno  y su madre se lo había traído, anunciar alguna incidencia...en fin, cosas nimias.


El alumno de guardia acostumbraba a estar en el pasillo, sentado en una silla, con unan mesa. Desde allí se comunicaban con él todas las aulas de un ciclo. El de alguna de la etapas , además,  disponía de teléfono. Como el colegio era muy grande - tenía cuatro o cinco pabellones , cada uno con su ciclo- era normal enviar a algún alumno de guardia de un ciclo a otro con algún encargo.


La mayoría de los chicos se  tomaban lo de ser alumno de guardia como un día festivo , estaban exentos de asistir a clase. Pero siempre están los alumnos que viven el encargo como asunto de mucha responsabilidad.  Algo así como que sin ellos  el colegio no funciona. Esto se debe a la motivación. Hay que tener mucho cuidado con el chico motivado. Son como la abeja maya, que sueña con un país multicolor.


Otro asunto es que un chaval de primaria, y bastantes de lo que ahora es la ESO, si pones voz seria y convincente, les cuelas cualquier cosa. Si lo dice un profesor será por algo,  qué coño.


Yo, modestia aparte, imitaba bastante bien unas cuántas voces de profesores. Algunas muy bien. Por ejemplo, uno que se llamaba Cruz,  más conocido como VÍU, ya fallecido, también al director, Guillen , que era sordo y de voz atiplada. A un sacerdote, don Juan Antonio González Lobato, lo clavaba. Y alguno más.


Una mañana, un día de esos que no sabes qué hacer y en vez de pensar en la influencia de la piel de cabra en los tambores africanos en el siglo XI piensas hacer alguna trastada.


Cogí el teléfono. 


- ¿Alumno de guardia?


- ¡ Sí , señor!....


- Soy el señor Cruz ( puse voz de Víu, que era sinuosa, como la de Vito Corleone)...¿tú cómo te llamas?


-  Alex....


- Muy bien , Alex. Mira, te voy a dar un encargo muy importante. Confío que sabrás transmitirlo sin errores.


- ¡Ahá!


- Ahá , señor Cruz.


- Ahá, señor Cruz.


- Mira, vete al Oratorio. Allí está impartiendo una plática don Luis Augusto González . Le dices que acaba de llamar de la clínica diciendo que su madre ha tenido un niño. Que está bien. Que se parece mucho a don Luis Augusto...¿ has entendido?


- Sí.


- Sí, señor Cruz.


- Sí , señor Cruz.


- Pues, venga, se lo dices...¡a, se me olvidaba!:  como es una noticia feliz puedes decírsela desde la puerta del oratorio, así todos rezarán por su madre.


Don Luis Augusto aquellos años tendría los sesenta y pico tacos, así que podéis imaginar su madre. Era, además un sacerdote muy serio, con mucha unción. Le llamaban Gargamel. 


Alex, sin cortarse un pelo, abre la puerta del oratorio y lanza al viento imperio: ¡ Don Luis, que han llamado de la clínica diciendo que su madre ha tenido un niño que se parece mucho a usted!


La plática era de alumnos de bachiller , y las risas se oyeron en Catalana de Occidente.


- ¿ Quién te ha dado el encargo?


- El señor Cruz.


A  partir de ese día la cosa fue a más, y  a más: partos de ancianas madres, operaciones de fimosis de el padre de alguno, citas a médicos de especialidades rarísimas ( que dicen de la clínica Nuestra Señora de Ándale que el análisis ha salido muy bien, que no es gonorrea).


¡Ay , qué tiempos!


 



7 comentarios:

  1. Buenísimo :-)
    Me he reído mucho en alto, y he tenido que compartir el texto.
    Muy bueno
    Feliz domingo :-)

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  2. Que descojono, Suso!! 😂

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  3. Jajjajaja me ha encantado… jajjajajja pobre Viu… vaya liada. Con lo que yo quería al Viu. Un abrazo de un ex-alumno de guardia! Jajjajaj

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  4. Suso, soy Jordi Benedé, igual hasta me recuerdas… Gracias por la anécdota. Así “le” recuerdo yo a “usted”. Y sigue siendo tan auténtico, por favor. Ese “talento” tunero y a veces rozando la irreverencia que Dios “le” dio es una sonrisa en este mundo y hace mucha falta. Hice un UNIV con 16 años con “usted”, con Cesar de “Peibols” y nuestro “eterno” Sr. Muliterno y fue INOLVIDABLE. Gracias y no cambies. Me he reído tanto que se lo he enseñado a mi mujer y luego se lo pasaré a mi hijo que este año con 18 tacos quiere ir al UNIV. Feliz 2023, de un alumno y amigo suyo!

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  5. ¡Por supuesto que te recuerdo!: pequeño, pero matón. Un corazón de quilates. Un abrazooooooo

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