miércoles, 25 de enero de 2023

GLOBO O PIEDRA.

Mis inicios de profesor becario en Viaró fueron muy parecidos al del cowboy de Dr. Strangelove , cabalgando sobre un misil amenazando la paz de un colegio en el que uno desentonaba bastante.


Se llamaba David. Sus padres , sobre todo la madre, eran gente de muchos posibles . El hombre era rico de cuna y se casó con una mujerona bien de Barcelona. Ella se daba un aire a Mary Santpere ( si alguien no sabe quién es, que mire en la wiki) .


-  Baltasar Porcel fue novio mío muchos años- recordaba  vanidosa.


El hombre era esférico: cabeza peloto, ojos redondos , dedos rechonchos y morcillones. mofletes esféricos, sonrisa bonachona. Se daba un aire a Elmer , un cazador de los dibujos animados de Hana & Barbera.


David era un calco de su padre. El crío, entonces tendría 11 años, tenía una obsesión que, al principio, no llamaba la atención. Le gustaba tocar moflete. Mejor dicho, sobar el carrillo, pellizcarlo con fruicción infatigable , mullir los dedos en las mejillas, parecido a tocar esas bocina de coche antiguo. Era un dale que te pego obsesivo, bastante neurótico.


Recuerdo , allí me saltaron las alarmas interiores, una plática de don Juan Antonio en el oratorio. El sacerdote, de natural pacífico y  buena gente, me gritó desde el altar:


- ¿ Pero no estás viendo al gordito éste tocando sin medida la galta de fulanito?


Parecía el estribillo de la canción  obsesión: 


No es amor

Lo que tú sientes

Se llama obsesión.


Pero esas cosas son muy difíciles de encauzar. Porque , además, David tenía querencias por mofletes que él llamaba " globo".


Sí, amigos, un día le pillé en su cartera  varias  listas de las  clases de su curso. En cada  casilla  estaba escrito el nombre del alumno, y al lado, escrito " G", o "P". Cuando le pregunté me dijo que G era "globo", y P " piedra", dependiendo de la calidad y flacidez de la galta, carrillo, o mejilla.


"Globo"  para este gourmet del carrillo era calidad superior,  supreme, luxury wellness, suntury exclusive.


Lo que me dejó perplejo fue ver en su agenda una relación de profesores con su inicial al lado, G o P . ¡ Estaban consignados de todas las asignaturas, incluso sacerdotes y, el colmo, el director del colegio!...( Guillén tenía una P)


Y yo...¡otra P!


Al final, en esta vida somos globo o piedra.









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