martes, 31 de enero de 2023

RAYOS GAMMA.

Estamos donde estamos porque nos domina el miedo.


Oigo una frase en un bar , es de un hombre a su mujer “¡ mueve el culo, coño, que llegamos tarde!” Si tuviera el talento suficiente para explicar la geología de este breve diálogo, su tectónica de placas, esta entrada sería  fantástica, pero no seré capaz. ¡Ese hecho tan vulgar es tan complejo!. Es una frase que condensa la relación entre  el "poder" y el "miedo".

Los astrónomos dicen que el universo cambia si en vez de observarlo mediante el espectro de luz visible lo hacemos mediante rayos gamma. Cuando se utiliza la luz, el mundo de las constelaciones, los soles y las estrellas es apacible, muestra «la armonía de las esferas», pero si se utilizan los rayos gamma, el universo se convierte en un violento campo de energías encontradas. No hay cuerpos celestes, sino una colosal pirotecnia.

Tendemos a ver el mundo bajo el prisma de la luz simple. Pero las cosas también son de otra manera.

Fui a confesarme hace unos años. Andaba jodido y pensando que me iría bien un buen fregado y una puesta apunto. Llevaba años sin hacerlo. Esperé en un banco. Termina la misa y quedo yo sólo esperando a que acabe su confesión una anciana pecadora que lleva allí, de rodillas, quince minutos.

Me hago una pregunta, “¿qué horrores estará confesando esta abuelita durante quince minutos?”.

Me tocó el turno. Observo por la rejilla que el sacerdote mira el reloj. La una y pico. La hora de comer. “Ave María, Purísima, digo (soy de la antigua escuela).

Introduzco la confesión con una breve exposición de mi situación familiar y personal. Estoy jodido, le digo. Creo que de esta manera, confesándome ,me aclaro. Me encuentro solo.

A los dos minutos, no llegó, me interrumpe...

Todos los psicólogos y psiquiatras definen a gente como usted como inmaduros sexualmente, eso debe corregirlo. 

- Vale, Freud, pero yo vengo a contar pecadotes... no sé qué coño te ha contado la anciana anterior, pero creo merecer mis 15 minutos de sacerdote. Un minuto después me corta en seco...”disculpe, la iglesia se va a cerrar y no podemos esperar...Dios está con usted... yo te absuelvo de tus pecados, en el nombre del Padre...

¡Cojonudo, Sigmund! ... esta es la mierda que tenemos. 

No buscaba un funcionario , tipos que viven en la luz apacible de lo establecido, encerrados en una urna. Buscaba gente que está dispuesta a observar a través de los rayos gamma a tíos como yo, colosales pirotecnias interiores de energías que tiran en distintas direcciones.

Sigo creyendo en lo que creo...pero ya creo en muy pocas cosas, y en poquísimas personas. 


4 comentarios:

  1. Sin sabe de la situación, que uno se haya preparado para hablar, no implica que el momento sea propicio para el otro. Con decirle: podemos quedar en otro momento? O buscar a otro sacerdot. Sin sabe.

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    1. Yo creo que eso deja dos cosas claras:
      - la parte teatral de "siempre". Y que al final tiene una base y una función, pero no deja de ser puro teatro.
      - como dice, la parte no empática: de "funcionario"

      Así nos va...

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  2. Los confesionarios para recitar los pecados, recibir absolución y viento, que es gratis. Para hablar, charlar, desahogarse, pasar el rastrillo interior, etc. están los divanes. Pagas y listo.

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