EL QUE NO SE CONSUELA ES PORQUE NO QUIERE.

Ya conté que tuve una experiencia de un político corrupto que  vendió su voluntad a un , entonces, jefe mío. Fue algo que me dejó muy perplejo, pues no había visto nunca nada igual. Pero más confundido me dejó la explicación de mi , entonces, jefe:

-  Consulté a un sacerdote y  me dijo que había que analizar quién era el corruptor. Si nacía de alguien externo a uno, no había falta en acceder, pues la fuente de la corrupción no eras tú.  

También me sorprendió ver que ese hombre, sin duda piadoso y de una apariencia abacial, tuviese necesidad de consultar algo que a todas luces está mal, venga de donde venga el principio que genere el mal. Es como si consultas si puedes robar, o si puedes mentir, o si puedes acostarte con la mujer de un amigo. Esas cosas no se consultan. Ya se sabe que está mal. 

También conocí un alto ejecutivo , muy fervoroso, de los que va con misal y devocionario a misa que tenía una curiosa teoría:

-   Leí una entrevista a un actor que en una serie de televisión representaba al malo.  Durante muchos capítulos simulaba una parálisis que no era tal , y en otro capítulo envenenaba a su mujer y la mataba. Y decía que la gente le insultaba por la calle, confundiendo ficción y realidad.

- Cabrón, que no eres paralítico, hijo de puta.

Este hombre, que  por su cargo y  profesión debía negociar con proveedores de lo más corrupto del mundo , con mordidas y asuntos muy oscuros, para después negociar con clientes del primer mundo , más corrupción y más mirar para otro lado, decía que él era como ese actor.

- Yo represento un papel.  Tengo que ir en silla de ruedas, pero no soy paralítico. Tengo que representar guiones que son ficción y yo no escribo.  ¡Todo es una tramoya!...estoy encasillado en mi vida profesional, de la que dependen miles de personas. Cuando beso en el morro a un jeque , actúo. Cumplo con las exigencias de un libreto  que, desgraciadamente, no soy su autor.  

Me explicó un ser que asistió en palco a la misa que Benedicto XVI celebró en su visita a Madrid en Cuatro Vientos . Allí estaban presidentes de Bancos, altos ejecutivos de las empresas del Ibex, los reyes de España,  Cada uno resolvería en su intimidad sus conflictos personales, pero en ese palco todos representaban un papel.  Todos se saben parte de una ficción cautiva, de un guion que tiene su atrezzo incorporado. 

- Todos nos persignamos al bendecir el Papa la multitud. Unos con sinceridad. Otros como el actor que se monta en la silla de ruedas. ¿Y sabes qué hacían allí todos esos empresarios y banqueros?: veían negocio. Centenares de obispos, miles de curas, y un millón de personas, y lo que les cuelga.

Desde luego, el que no se consuela es porque no quiere. 

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No sé contesta por biografías de dónde están seres humanos que un día se conocieron.