UNA LECCIÓN DE VIDA.

Ayer recibí una llamada de un buen amigo que aseguró  conocer la razón de por qué Mn Ferrán Blasi  nunca jamás suspendió a nadie en las asignaturas que impartió. Al menos las de arameo y griego. 

También me dijo que esa razón se glosó en la  homilía de  su entierro/ funeral.

Parece que don Ferrán nació en los valles de Esterri  D' Áneu . Este dato lo  conocía ya por un medio pariente suyo - allí, en  los valles,  los cruces de sangre producen caracteres  muy distintos, desde los mansos , sensatos, bondadosos , como Mn Ferrán, a los lunáticos, zumbados, imprevisibles , como este medio pariente que  presumía de su tío el cura. Por cierto, el de perturbado carácter tiene hotelacos   muy `principales en Barcelona y Lérida. 

Contaba Mn Blasi que durante la guerra civil llegaron unos milicianos a  su pueblo, capturaron a todos los hombres , los pusieron cara a la pared para  ejecutarlos, y cuando se iba a ordenar disparar un oficial mandó parar el fusilamiento. Se dirigió a uno de los hombres que esperaba con los ojos vendados en el paredón , lo retiró  de la fila :

- A éste no. Fue profesor  mío y  me aprobó. 

Tendría entonces Mn Ferrán siete años. Y contaba con gracia que aquello le impresionó mucho. Y aprendió una  lección de vida: " no suspender a nadie. Nunca se sabe que puede suceder, a lo mejor tenemos otra guerra y...".

Tal vez todo fuera algo así como una buena historia, con toda seguridad real, pero  cercana al mito. 

Uno tiene la impresión de que era hombre de sensibilidades , culto, que las cosas de la vida como el dinero le importaban nada.  Un intelectual con la cabeza en el cielo, y una llaneza que le convertían en una esponja sumida en el agua fresca de su opus dei, y de su Dios, que   fue su vida. 

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Ayer llegamos más lejos y más alto. Gracias a tod@s.