jueves, 14 de diciembre de 2023

CUALQUIER AMOR, CUALQUIER OBJETO.

Hace unos días, en una aldea de por aquí , andando  por lugares donde  ante la belleza,  mi madurez aún se estremece, me hicieron ver una gallina que cobijaba en su regazo amorosamente unos caracoles.


A la pobre le habían quitado la cría que guardaba con tanto amor, y al día siguiente daba calor a estos moluscos  que alguien había llevado a su escondrijo, y a los que prodigaba idénticos cuidados.


Aquella visión me produjo  una pena infinita.


Como el día que mi padre nos llevó a ver a "La", una perra que teníamos. Había parido ya vieja. Al llegar vimos que los cachorros estaban muertos, asfixiados  a lengüetazos por su madre, que enloqueció al verlos recién paridos. "La" se ovillaba sobre un trapo dando amor a algo que podría ser una cría.


- Se volvió loca, la pobre...no esperaba tanta alegría- fue la explicación de mi padre a un Susín que le pareció que la vida era injusta y cruel como una fiera celosa.


La vida es dura a veces, muy dura. Y uno piensa, también a veces, que ha comprendido la verdad de algunas pasiones al ver esos ejemplos.


El objeto no tiene importancia, el intercambio no es necesario.


Pienso que muchas de las relaciones que he conocido y he visto se basan en  el instinto ciego e irresistible, cerrado sobre sí mismo el que se aferra a cualquier objeto para satisfacer su necesidad de ser querido, como sea, al precio que sea, por arriba o por abajo. Radicalmente incapaz de elección y de comunión.


Y me incluyo en algunas de esas historias que me han sucedido, desencuadernadas y desquiciantes. 


Esa gallina amorosamente encorvada sobre unos caracoles, o esa perra morreando un trapo, es la perfecta imagen de alguna mujeres, y algunos hombres, que sacrifican su vida  a un esposo, a una esposa, un amante, también a un dios, o a una institución , con  el que no han tenido más intercambios interiores que los que ha podido tener un animal.


Y lo más grotesco es que los desdichados que son objeto de esas necesidades anónimas e instintivas, se creen escogidos, especialmente preferidos y queridos  por sí mismos.


¡Ja!


Yo mismo he sido caracol y gallina, perro y muñeco...hoy, ¡ay!, lo sé.


¡ Dios mío, gracias por salvarme de las personas de alma ruin que nunca sueñan!







32 comentarios:

  1. La entrada me recuerda a una cita de Juan Pablo II en Redemptor Hominis: «El hombre no puede vivir sin amor. Él permanece para sí mismo un ser incomprensible, su vida está privada de sentido si no se le revela el amor, si no se encuentra con el amor, si no lo experimenta y lo hace propio, si no participa en él vivamente.»
    Quizá es lo que nos ha pasado siempre. Una estructura rígida no es una familia, como decía el Cardenal Sin ("sin" significa pecado en inglés) FAMILY es el acrónimo de Father Mother I Love You. En la rigidez se olvida el ILY.
    Anoche recordaba una de las broncas más grandes que recibí en la comisión. Me ordenaron ir a comprar el LP del grupo musical OPUS, para la cruzada demanda y tal. Contento por ir dar un voltio y salir de la comisión. Volví sin el ticket de compra.
    Ni mi padre me ha pegado una bronca como esa: ¡¡¡volver sin el ticket de compra!!! ¿dónde está la pobreza? Bueno, ¿es que eso se desgrava? ¿qué tiene que ver la pobreza?
    Oye, ningún problema. Volví a la tienda y me dieron el ticket. Pero esa bronca tan agria, ácida, carente del ILY, se me quedó grabada.

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    1. Por lo poco que le vamos conociendo usted recibía broncas con una frecuencia desmedida.

      Debe de tener cara de buena persona.

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    2. Comentario extemporáneo. Tras treinta años sin aparecer por un centro del OD, el otro día a invitación de un super me di un voltio. Curiosidad ante todo o sobre todo o todo. Nada más. Me quedé desolado. En el centro viven siete numerarios, tres sacerdotes y cuatro laicos. El más joven con cincuenta y pico. Nadie en la sala de estudios. Nadie en el club de chicos. Nadie en todas partes. El olor de siempre a causa de esa fórmula magistral que impregna muros, paredes, muebles. Recuerdo inmediato de lo que alguna vez fue y ya no será nunca. Esa sensación de derrota definitiva de la institución y personal. El oratorio, elegante y amable, una invitación a rezar, como siempre. Afuera, en la cochera, carros de todos los tamaños y colores. Las mismas sonrisas, los mismo gestos, las mismas palabras. Una atmósfera almibarada que no resiste el mínimo contacto con el exterior. Se me encogió el corazón y se me extravió el alma. Me fui a rezar a una iglesia cercana, no sé porqué. Fui a pedir perdón tampoco sé porqué. ¿Qué pasó?

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    3. Laicos? También viven laicos en un centro? No lo sabía. Qué hacen allí si son laicos?

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    4. La etapa de oro de los clubs creo que fue del año 80 al 85. No se cabía en ellos de gente que venía por la tarde a estudiar, a actividades, etc.

      Recuerdo bien la primera vez que entré en Hz al principio de los 80. Me llamó mucho la atención esa tan peculiar mezcla de formalidad e informalidad; Entrabas...silencio ...ambiente muy fino ... y de pronto oías unos alaridos; un núme estaba retorciéndole el brazo a un joven que estaba ya en el suelo, los dos "peleando" en broma.

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    5. Era todo un poco un mundo enardecido y retumbante. ¡ Qué hermosos días, que espléndida primavera de aquellos días, y qué frío ahora.

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    6. " Una atmósfera almibarada que no resiste el mínimo contacto con el exterior".

      Mujeres y hombres cuyas virtudes están "en conserva".

      Se trata de manipular el alma de lo que llamamos vida de tal forma que se evite o ralentice su deterioro . Estas personas evitan el crecimiento del pasto natural, levaduras, hongos y otros microorganismos, retrasando la oxidación de las grasas que provocan ser rancios.

      Se impregnan de azúcar o vinagre ( hay virtudes dulzonas o agrias ), se esteriliza para matar cualquier germen, y se enlata para aislarse del mundo y evitar la contaminación.

      Viven en peceras incontaminadas, bañados en aditivos químicos.

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    7. Pues sí. Me caían muchas broncas.
      Yo era como un puching ball.
      Eso me hizo reflexionar. No depende del objeto, depende del sujeto.
      Puedo ser un alma de cántaro, pero eso no es nada malo. Soy un alma de cántaro con el convencimiento de que es la mejor actitud ante la vida. Lo aprendí de mi madre.
      Estoy súper cansado.

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    8. Sanyi, hazle caso a Suso. Se me hace que tienes cara de que todo el mundo se quiere meter contigo o te la quiere partir. Eso se acabó.

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    9. El otro día estuve en Lérida. Un sacerdote muy mayor de la Santa Cruz que acaba de morir me comentó sobre un numerario que lleva toda su vida en el pueblo que no entendía qué hacía en la prelatura. El chiquet tiene más de cincuenta tacos, lo cual no es ninguna pista porque todos tiene más de cincuenta tacos. Y la vida, dónde quedó.

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    10. Lo de "no entender qué hace alguien allí" es algo muy común, en Lèrida, y en Burgos...hace unos días me comentó uno, numerario, que él vivía en el centro pero iba a misa fuera, desayunaba en su habitación, comía en su habitación, y cenaba en su habitación. Tampoco asistía a las tertulias. O no a todas.

      No podía creer que eso se pudiera hacer. Pues sí, se hace.

      En mis tiempos la idea era " obedecer o marcharse"...parece que ahora es " que no se vaya nadie, así que mejor no hace falta que obedezcas".

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    11. Suso, eso no es vida. No sé qué será, pero no es vida. ¿Qué está pasando? ¿Hay alguna explicación para tanta soledad y tanta tristeza?

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  2. Al final todo es muy prosaico: un ticket que acredite, en definitiva, todo tu amor (a Dios, a esa mujer....). Él puso a su nombre todas las olas del mar; y hubo tanto ruido, que al final llegó el final.

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  3. Hoy los 4 colegios de Pamplona (2 fomento y 2 obras corp) han decidido hacerse mixtos para no perder el concierto. Me he acordado de los clubs...en fin, lo dicho. Por fin el fin.

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    1. Más triste que un torero
      Al otro lado del telón de acero
      Así estoy yo, así estoy yo
      Así está Fomento...descolocado.

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    2. Cómo un dandi con lamparones

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    3. Un dandi con lamparones no es un dandi. Un poco de rigor por favor.

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  4. Entonces, en los 80 en los clubs, "estar loco" (no realmente sino hacer mucho el loco) este "estar loco" daba prestigio.
    "Tienes que conocer al numerario tal, ya verás, está loco pero loco" "Te caerá súper bien, está aún más loco que el numerario cual, imagínate". Hacer mucho el indio ser "el más loco" traía competencia y daba prestigio en los clubs.

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    1. Lo curioso es que entre esos locos algunos lo estaban de verdad. A veces resultaba muy difícil distinguir al loco del hijo de puta.

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    2. Pues a ti se te distinguía muy bien sin necesidad de que abrieras la boca

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    3. Sabía que alguien lo diría.

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  5. Ese momento mágico en los Reyes en que a ti te traen un Nenuco y al director una lap top.

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  6. Pues en mi club, nadie estaba loco. Llegó una vez un director que quería que pitaran hasta los ratones. Pitaron hasta los chinches. El club se vació y al año y medio se cerró. De todos los que pitaron, no quedamos ni uno. Año 1999, ciudad del extrarradio de BCN.

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    1. Pitó incluso un ex batería del grupo mecano

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    2. Eso suena muy chungo. Ojo, que a lo mejor era un tío muy majo. Yo soy de que menos puede hablar 😹

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  7. A veces crecen florecillas en el desierto.

    Yo los últimos años de club rezaba encarecidamente para que cada chiquillo encontrara a Dios en su camino y le fuera fiel. Y en el 90% de los casos rezaba para que sacaran el mejor provecho del club y no pitaran. No lo veía. "Este necesita más calle", "este que encuentre una buena chica que lo centre", "este que siga haciendo bien entre sus amigos "... "este que no se eche a perder". A lo mejor es que las nuevas generaciones vienen así.

    Aún así, algunos había que acababan pitando, porque los cogía por banda aquél monitor entusiasta (que sí, que aún los hay). Luego perseveraban fifty o ninguno, depende de la horneada (fifty podían ser uno o dos de dos o cuatro).

    Para mi sorpresa, hay algunos de los que pensé que, por buena persona, lo mandarían todo alcarajo, y ahí siguen. Alguno de agd, otros pasaron a sn. Pero ahí están. Y no han perdido su esencia.

    Creo que la exigencia ciega ya no es viable. Creo que a ninguno de ellos llegarán a darle algún disgusto como tantos que nos daban a nosotros. Pero es verdad que los centros están medio vacíos, y que en algunos se respira un aire extraño al quedar solo gente mayor de los más acérrimos, que ya no tienen a quién aplicarle los criterios, y se han quedado como gallinas a las que les quitan los polluelos, o mejor, como tenientes a quienes les han quitado los soldaditos, y ya no saben a quién mandar, solo pueden ser mandados. La vida así parece como si hubiera perdido sentido para ellos. No me extrañan algunos de los casos que se han narrado más arriba.

    En mi época, el dire de un club era un joven de menos de 30 años, y la mayoría de los monitores no habían hecho aún la fidelidad. Yo pensaba que con 30 tacos estaría ya en sg o en labores internas, y que el club lo estarían sacando adelante los chicos que entonces tenía como socios en alguno de los niveles. Pero no: ahí hubo un parón y no hubo recambio generacional.

    Estoy hablando de finales de los 90 y principios de los 2000. Los pitados despitaban y veías como el club se quedaba sin monitores, de manera que los mayores que nos encaminábamos a tareas más maduras tuvimos que dar marcha atrás y volver con los peques. He conocido incluso a directores o vocales de la dl que han vuelto como directores o simples monitores a un club... por cierto, un bonito modo de vivir la obediencia y la disponibilidad.

    Creo que entoces, quizás por primera vez en la obra, la relación entre un monitor y un socio del club se asemejó más a la del tío soltero con su sobrino que a la del hermano mayor con el pequeño. Y eso cuando el monitor no la vivía ya como la del padre con los hijos que no tenía, y más aún cuando los padres empezaron a estar ausentes. Una paternidad un poco extraña, por cuanto cada dos o tres años cambiabas de camada... y además, semejante a la de un padre soltero o viudo... sin amor conyugal.

    Fue entonces cuando se empezó a decir en las carlas que un monitor jamás debía suplir a un padre.

    No sé si son solo impresiones mías. Lo cierto es que así somos los humanos, y hay anhelos o instintos fundamentales (llámenlo como se quiera) que jamás se pueden ahogar u obviar...

    Pienso que todo esto puede tener algo que ver con que muchos dejáramos la obra a una edad talludita en muy buen plan, como algo natural, para casarnos con alguien a quien, en la mayoría de los casos, ya conocíamos de meses o años atrás... y que los dires del centro o incluso de la delegación -además de nuestros demás hermanos en la fe- acudieran a nuestra boda como si fuera la de un hermano o primo...

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    1. Muchas gracias. Muy interesante su aportación. De verdad, gracias 😊

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  8. Gracias a ti por el blog.

    Solo añadir una cosa, a los que conozco llevan a sus hijos/as a un cole de fomento u o.c. y yo creo que haré lo mismo. Conocemos bien los entresijos en trastienda, y a pesar de ello o precisamente por eso, en cualquier caso pensamos que más vale el barquito hundido que otra cosa, visto como está el patio...

    Gracias de nuevo por el blog, es necesario y más interesante que lo que se puede leer por ahí, al menos para los que venimos de dónde venimos...😉

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