Ayer leí en la Voz de Galicia una entrevista/reportaje que me dejó muy tocado. Hablan de meritocracia, pero este matrimonio , sin darse un pijo de importancia, sin marcar folio, son meritocracia pura de oliva. Personas que se han comido a pulso la vida tal y como ha venido merece toda nuestra admiración y respeto.
Adoptaron a su primer hijo en Etiopía y, poco después, descubrieron que tenía una discapacidad que hoy es absoluta. Mario Henok, tenía una parálisis cerebral. Dos años después, la pareja decidió adoptar a Álex Tuan en Vietnam.
Se llaman José Luis Fernández Gallego y a Paula Fernández Amboage . Se me pongan de pie, por favor.
Dice el autor de la entrevista que entrar en casa de esta familia es lo opuesto a la pena o la autocompasión. También a las prisas y al estrés. Todo es luz, sonrisas, amor y recuerdos colgados en la pared. Amor es la palabra con la que José Luis se refiere a sus hijos constantemente.
¡Dios, pensamos que lo sabemos todo y no entendemos nada.
Hay quién piensa que somos genética , y punto. La secuencia del material genético se compone de cuatro bases nitrogenadas distintas, que tienen una función equivalente a letras en el código genético: adenina (A), timina (T), guanina (G) y citosina (C) en el ADN y adenina (A), uracilo (U), guanina (G) y citosina (C) en el ARN.
O sea, que sólo somos eso, y a tomar pol saco. Comenzamos de cero movidos por ese motor que viene así de serie , todos la misma e idéntica maquinaria celular , idéntica a todas las personas.
Pero uno ve a José Luis y a Paula y cree que en la vida hay más que esas letras de la cosa genética. Allí el ADN se rompió.
Cuando a alguien la vida se le presenta así ...¿qué pinta allí la A, o la G, o la T, o la C?
¿Y si es la A, de Amor, o la V , de Vocación,?...o la L, de Libertad?.
Esa decisión marca definitivamente nuestro futuro. Nacer y vivir en la India de la Madre Teresa supone vivir joven , y poco . Nacer y vivir en la Barcelona de la Diagonal significa salud, y esa gilipollez que llaman "calidad de vida".
Para mucha gente la vida no depende de dónde ha nacido, y donde vive . Pregúntale a esa familia por qué cojones acepta esa situación y, encima, corre y viaja dando gracias.
Es la L de Libertad , y la D de Dignidad lo que buscan y dejar atrás el miedo de vivir.
Esas letras han hecho posible las mayores locuras de este mundo.
La entrevista es larga y la podéis leer aquí. Es domingo, un día para leer con pausa. Merece la pena.
Muy buena entrada, que se mezcla con la de ayer. Una familia para quitarse el sombrero. La entrevista, genial. Gracias.
ResponderEliminarMoya está muy enojado por la entrada de su esposa y pide resarcimiento
ResponderEliminarVale. Perdón. Un poco de sentido del humor.
Eliminar"Yo nunca pensé que sería tan duro que te den una lista e ir tachando, y encima con lo que teníamos en casa. Pero tenías que elegir lo que eras capaz de aceptar"
ResponderEliminarRecuerdo ese momento. Literalmente hacer una lista de, con lo que crees que sí puedes, y con lo que crees que no. Parece duro (y es duro), pero hay que ser realista, porque si no, puede acabar mal.
Eso no quita para aceptar lo que venga, porque, piensas, eso te puede pasar también con lo que pares. En eso Jose Luis y Paula son superlativos. (No voy a decir heroicos porque esa palabra para mí tiene connotaciones negativas) (O sí, qué narices, heroicos, que se joroben las connotaciones).
Otra cosa que suele llamar la atención es que te dicen que verbalices y digas claramente si alguna raza o condición te puede producir rechazo, aunque sea poco. No es por tí. Es por ellos. Porque tú a esa criatura, le tienes que mirar a los ojos y llamarlo "hijo mío", "hija mía". Y que sea verdad. Es mejor que, si sospechas que puede haber un problema, no te arriesgues. Hay que hablar claro. Podrías arruinarle la vida a un crío.
A la gente se le olvida que tener hijos NO es un derecho. Lo que es un derecho, y fundamental, es tener unos padres dignos de tal nombre. No se va a la adopción a conseguir unos hijos. O sí, pero secundariamente. Se va a la adopción a ver si encajas como padre de esos niños. En tal caso, tendrás hijos. Y serán tus hijos. Si no tienes eso claro, malo.
Por suerte a los Servicios Sociales no se les olvida. De ahí la obtención de idoneidad, entre otras cosas.
La adopción no es para todos. Y no pasa nada, no eres peor persona por eso.
Nunca he entendido a la gente que le da tanta importancia a la genética. Que si sales a fulano o a mengano. Me suena hasta raro. En mi familia no se estilaba eso, y me ha servido de mucho en la vida.
Si luego, lo que importa, es que usan tus expresiones, acaban hablando como se habla en tu pueblo, usan tu ropa, la de cuando tú ibas al colegio o al instituto, se van de jarana con tus sobrinos, llaman abuela a tu madre.
Se te olvida de dónde han salido. En serio.
Saltamos a la comba con el ADN.
McC
Muy buen comentario, lleno de realismo, sentido común, y amor que aplaudo.
EliminarBueno, que yo había entrado en el bar con intención de poner una historia graciosa que me había encontrado por los mundos interneses.
ResponderEliminarMe partí de la risa.
Es esta:
http://tomyopinion.blogspot.com/2009/02/usted-que-opina.html?m=1
Divertida anécdota. Gracias . Un abrazo.
EliminarSe me olvidó firmar
EliminarMcC
Tengo varios amigos y conocidos que han adoptado hijos. Todos son muy respetables y dignos de admiración. Un ejemplo es este matrimonio que después de tener sus cuatro hijos, por ser ellos ya mayores, decidieron ir a China y adoptar. La primera niña que adoptaron estaba en un orfanato lleno de niños. Y mi amiga supo que volvería. Así lo hizo una y otra vez hasta cinco. El año que ella cumplía 56 años sabía que después de eso ya no podría volver (solo dejan adoptar hasta los 55 años). Así que volvió y adoptó a un chico de 10 años.
ResponderEliminarElla misma cuenta una historia que le motivó a hacer esto. Un hombre paseaba por la playa donde la marea alta había dejado un sin fin de estrellas de mar que al bajar la marea estaban muriendo. Un niño estaba apurado cogiendo una estrella de mar tras otra y tirándolas al mar para que no murieran. Pero la tarea era imposible, eran tantas las estrellas de mar. El hombre le dijo al niño: no vas a lograr rescatarlas a todas. Y el niño, agarrando una más y echándola al mar, le respondió: a esta, si.
Tengo amigos de mucha categoría.
Hermosa historia. Gracias
ResponderEliminarEs una cuestión complicada. Yo tengo dos hermanas discapacitadas y no es para echar cohetes. Ojo, que las cuidamos mucho y están más contentas que unas pascuas.
ResponderEliminarPero tienes que digerirlo, ahora ya somos todos mayores y todo está bien, pero no fue tan fácil.
No quiero desmerecer a nadie, tampoco se lo deseo a nadie. Es muy, muy duro.
Precisamente la semana pasada estuve en el taller donde trabaja una de mis hermanas discapacitadas. La quieren jubilar con 56 años por envejecimiento prematuro, como consecuencia cobraría un 55% de jubilación (si no recuerdo mal). Si se jubila a los 61 años tendría un 65% de jubilación (si tampoco recuerdo mal).
¿Dónde está el Estado? si una persona debe jubilarse antes porque no puede seguir, está discapacitada ¿por qué no le dan el 100% de jubilación?
Todo esto trabajando con el salario mínimo, por supuesto.
Aquí, luchando por sus derechos.
Respecto a la adopción solo puedo decir que conozco a un matrimonio. Adoptaron en Rusia, no lo sabían pero el chico tenía un 90% de discapacidad. Nos decían que estas cosas unen a las familias. Al cabo de cinco años se divorciaron.
No juzguemos, la cosa es muy complicada.
También me toca de cerca el tema de los países del Este. Es una pena, pero el 90% de lo que llega de allí es enfermedad física y mental, traumas, alcoholismo y también historias muy pero que muy chungas que se remontan a 3 o 4 generaciones, cuando empezó todo... Holodomor, 2ª GM, limpieza étnica, comunismo, represión, purgas...
EliminarCada caso es cada caso. Gracias por comentar. La inteligencia ajena te pone de pie e invita al aplauso. Pero es la bondad ajena la que te pone de rodillas. De eso va esta entrada. Estas personas son excepciones a una regla que no existe.
EliminarAnónimo que hablas de países del Este. Déjeme darle un abrazo, por Dios bendito. De esos que, además , te agarran el pescuezo y te dan media docena de collejas. Mi respeto
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