Hoy visité las cuevas del Rey Marcos.
Encontré un grupo de un colegio que acompañé en su recorrido.
Vale la pena ir al menos una vez en la vida a visitar el Útero de Gea, nuesta Madre Tierra. Introducirse en el interior de las entrañas de la Tierra y estarse allí , en silencio, y en total opacidad de luz , no es una aventura, es catártico.
Al final del recorrido, fui sin cámara, en el interior de la gruta que llaman "El santuario", apagamos las linternas y estuvimos en silencio un minuto de reloj. Funciona.
Aunque esa experiencia , con sólo dos personas, y cerca de una hora en total oscuridad silenciosa, ya lo sentí en el interior de una cueva en el Cañón de Añisclo, a la que iba con frecuencia, y en otra cerca de la Brecha de Rolando, el resultado es , como lo diría, de una espiritualidad y de una energía que llega muy dentro.
No sólo es el silencio sino, sobre todo, la oscuridad, la negrura espesa donde no alcanzas a ver tus dedos ni a un centímetro de los ojos, por más que quieras pasearlos delante de tus narices.
Y, como siempre, la gente, la vida, el color, el brillo de las miradas, el mercado del mundo, lo mejor de este inolvidable día en San Juan Chamelco.
El Útero de Gea, silencio, catarsis. Volver a nacer. Poesía.
ResponderEliminarSusto, vuelve a casa, que todo esto te está afectando demasiado.
ResponderEliminarSuso no vuelvas. La mirada vieja de la España del ayer no entiende el Nuevo Mundo. No entiende la fuerza de la tierra que esta viva, los colores que aquí son nuevos, el verde que es el verde original, lo telúrico de la tierra. Nunca lo entenderán. Suso, no hay mayor placer moral e Intelectual que poder pensar en dos culturas a la vez. Esa será tu herencia. Nunca olvides que entenderás mejor a España cuantos mas tiempo lleves allí. Siempre tendrás una visión etic. El español que no salió de su pueblo siempre tendrán una visión emic. No vuelvas, no todavía. Vive, siente, sal al encuentro, allí hay algo que te espera y aun no sabes lo que es. Crees que en Valladolid algo saldrá al encuentro? La vida es algo mas que e café de las cuatro. Vive Suso, vive. Vive allí y crece. Abre las puertas desde dentro. Pero desde el Nuevo Mundo.
ResponderEliminarPienso que en parte tienes razón. Solo en parte, porque la riqueza está en las personas; la rutina nos puede cegar y no nos deja volar con la imaginación en la vieja España. Luego debemos tener en cuenta que lo que se recibe, se recibe al modo del recipiente. Viviendo en Valladolid esa perspicaz mirada de la naturaleza humana también nos dejó entradas suculentas. Como decía nuestro Fundador: es que tu mundo lo llevas dentro, tronco. La imaginación es la reina. Recuerda la famosa metáfora del espejo (realismo) y la lámpara (romanticismo).
EliminarFoto décimo quinta.
ResponderEliminarUna montaña de chatarra.
...
Oxidada por la humedad, destrozada e inservible, la chatarra de los vehículos se amontona dispuesta a ser quemada en el infierno de la fundición.
En su interior viajaron familias que cantaban, viajantes que se ponían música clásica y una profesora pelirroja de ojos verdes esmeralda, a la que alguien escribió un poema.
...
Miras esa montaña de vehículos destrozados y recuerdas todos y cada uno de los accidentes de tu vida.
Han sido tantos los choques, que si abres tu camisa podrás ver todo tipo de cicatrices, bollos y chapas rasgadas.
...
Mira un rato más esa chatarra y pasa página.
...
Te espera un nuevo vehículo en alguna parte.
Te llevará solo a donde tú quieras.
Incluso, a través del mismísimo Océano.
Buenos días amigo.
ResponderEliminarParece espiritualidad pura y dura lo de la cueva q sensación!
Adelante muchacho y vuelve cuando tengas q volver.uLa un abrazoooooo
me iré a matilla en semana santa.
De igual manera como tuviste claro lo de ir a Guatemala, también tendrás claro, en su momento, si has de continuar en Tamahu, ir a otra zona de Guatemala, o regresar a España (Arroyo, Cabo de Palos, etc.).
ResponderEliminarSaludos, esta noche otra vez de ronda, y buen fin de semana que aquí, a orillas del Mediterráneo, parece que va a llover. Lo siento por las Fallas de Valencia.