viernes, 27 de marzo de 2015

LA GILIPOLLAS.

Patricia Botín  , soñó que era gilipollas.

Pero al despertar no sabía si era  Patricia Botín que había soñado que era Gilipollas, o si era una Gilipollas que había soñado  que era Patricia Botín.

Se firmó un autógrafo para averiguar su verdadera identidad, y resultó ser las dos naturalezas en una sola persona. 

Y eso la dejó perpleja, porque ignoraba que  esa condición fuese hereditaria.

7 comentarios:

  1. Ya has descubierto que tu hipoteca tiene escondida la claúsula suelo ?
    Tranquilo, somos muchos.
    Engañados como niños a la puerta del colegio.

    ResponderEliminar
  2. Mas bien creo que los señores de la finanza y la usura (condenada por aquella antigua religion desaparecida en la noche de los tiempos) se tienen por muy listos y supremos, hasta elegidos. Es lo que tiene adorar al dios capital. "Tanto tienes tanto vales", es el valor mas universal de su religion.

    ResponderEliminar
  3. Olvidáis lo esencial y os preocupáis de lo banal: afortunadamente, Belén, the people´s princess, ha ganado. Loado sea el Señor.

    ResponderEliminar
  4. Yo creo que la gilipollez no es hereditaria, sino que se adquiere con el tiempo, a base de proponérselo y de esforzarse, pero que el medio ayuda.

    ResponderEliminar
  5. Qué te ha hecho el Santander? Si son almas de Dios.

    ResponderEliminar
  6. Luis Boza está de médico en Honduras.

    ResponderEliminar
  7. Pero que manía con los banqueros. Meteos el dinero debajo del colchón y listo.
    Y driver a ver si me dejas un día tu camión que luegobte acusare de que quieres recuperarlo.

    ResponderEliminar